domingo, 28 de diciembre de 2014

Estoy nerviosa

Puede que se deba al libro que acabo de terminar (Ciudades de Papel, de John Green). A veces me pasa cuando termino un libro. Sobre todo uno así- Que uau, John Green es un genio, llevo un rato repitiéndolo. Leer ese libro ha sido maravilloso. Debería dejar de hablar de ello antes de que no pueda detenerme, porque me embalo al hablar de los libros que me gustan, y soy consciente de que a veces resulto pesada para la gente, y no sé. No sé nada. Dioses, estoy nerviosa-.
La verdad es que no estoy segura de si es por el libro (creo que estoy tecleando demasiado deprisa). No sé porque, me ha dado de repente, escribiendo en mi destrozado cuaderno verde (Odio aquel envase de leche muchísimo, ese cuaderno es muy importante para mi y ahora está bastante débil, y roto, pero no puedo dejar de escribir en él, no puedo. No.) y he comenzado a hacer la letra más grande y no quería pagar mi repentino nerviosismo con el cuaderno, las teclas de ordenador parecían mucho más resistentes. No sé que escribir, pero sigo haciéndolo porque no puedo parar, corregiré las faltas después, estoy tecleando más deprisa de lo que soy capaz. Creo que nunca he tecleado tan rápido. (Después de esa frase he empezado a teclear tan rápido que ya no hacía ni una sola palabra bien y ahora tengo que frenarme a mi misma). Y no sé que demonios pasa.

Calma

Vale. 23:39. Voy a beber agua.
23:41. Mi botella de agua estaba vacía, no quería bajar a llenarla, la he llenado con agua del grifo del baño. Se me han quitado las ganas de beber agua. Puaj.
23:42. Creo que voy a parar ahora. ¿Esto es absurdo?
23:43. Ay. Vale ya. Adiós.

viernes, 26 de diciembre de 2014

Estoy de mal humor

Pues sí. Todo el mundo se pone de mal humor alguna vez, ¿no?
Estoy de mal humor. Lo siento, pero es así. Y no quiero ir tratando mal a la gente, pero hay veces que el ser una borde me sale demasiado natural.
Sólo escribo para quejarme. Puede que también me queje demasiado últimamente, tal vez no debería, pero ahora mismo me da igual.
Seguramente debería dormir más. Seguramente esto se debe a la falta de sueño (que no deja de acumularse).
Da igual. Suelo decir "da igual" cuando estoy de mal humor. Aunque no siempre.
Se me está pasando. Sólo quería quejarme un rato. Para algo tengo este "basurero".
Feliz navidad. (Aunque ya se haya pasado).

martes, 2 de diciembre de 2014

Cosas de cuadernos viejos

Encontré un billete tirado en la estación,
Estaba a nombre de alguien con imaginación. 
Dos horas para la salida del tren, 
Aún no sé dónde iré. 
Usar el billete podría estar bien, 
No tiene destino, no hay final, 
No hay obstáculos ni paradas, 
Tan solo es otro viaje infinito. 
Quiero saber hasta dónde puedo llegar, 
Hasta dónde soportaré un viaje sin destino. 
Desearía poder volar, 
Pero ir en tren no está tan mal. 
Llevaré un cuaderno o dos, 
Llenaré mis maletas de tinta y palabras, 
Voy a escribir el viaje, 
Voy a manchar el cuaderno con mis torpes letras, 
Voy a atesorarlo todo en tinta, 
Y a encerrarme entre hojas de papel. 
Creo que subiré a ese tren sin destino, 
Nadie preguntará quién soy, 
No les importará que mi billete sea extraño, 
Ellos también son diferentes. 
Podemos viajar juntos en este tren,
La locomotora es inspiración, 
Los vagones serán aquello que sueñas, 
No tendremos principio ni final, 
Tan solo tendremos la fuerza para crear. 
¿Crees que puedes hacerlo? 
¿Crees que puedo hacerlo? 
Romper las barreras de lo cotidiano, 
Huir del horripilante mundo real. 
Me he dado cuenta de que no es tan difícil volar, 
Inténtalo, vamos, cierra los ojos, abre las alas, 
Vuela, las nubes están ahí arriba, 
Extiende tus manos, ¿notas su suavidad? 
Es por todas esas sonrisas, 
Por todas las que has creado y vas a crear. 
Tendrás tiempo para pensar durante el viaje, 
Ahora tenemos que coger ese tren.

No dejes que escape.
Nadie me ha preguntado por mi billete,
En este tren somos tan iguales como distintos. 
¿A qué esperas para echar 
volar?
Este viaje es infinito,
Este tren nunca se detendrá. 

Es hora de crear.

domingo, 30 de noviembre de 2014

Spirit

La una película que ha sido siempre mi favorita, la que no podía dejar de ver cuando era pequeña. Probablemente la que me adentró en mi amor hacia los caballos. Me recuerdo a mi misma sentada delante de la televisión, muy cerca, abrazada a Plo mientras veía la película, y jamás me cansé. Es especial de alguna forma.

jueves, 13 de noviembre de 2014

2 de Febrero de 2014

Y esta era yo aquel día de Febrero siendo cruel con Nelson:


<Eh Nelson, ¿quieres oírlo otra vez?

Ni siquiera tenías un año de edad, y a pesar de ello, lo recuerdas todo con asombrosa claridad.
Intentabas alcanzar tu pequeño oso de peluche estirando tus bracitos entre los barrotes de la cuna. Entonces escuchaste aquel ruido, nunca antes lo habías oído, nunca antes habían entrado en casa tirado la puerta abajo. Luego vinieron los gritos de tu padre, ¿te acuerdas? Le dijo a tu madre que él se encargaría de aquellos hombres gigantescos que, además, iban armados, le dijo a tu madre que ella debía ponerte a salvo. Seguramente ella y tu fuisteis en lo último que pensó antes de que aquellos hombres sin escrúpulos separaran su cabeza del resto de su cuerpo y pintaran las paredes con su sangre. Pero tu eso no lo viste, sin embargo, pudiste ver a tu madre. Entró corriendo en tu habitación, tú estabas tan confuso que n siquiera podías llorar. Al ver a tu madre pensaste por un momento que todo estaba bien. Que feliz momento. Luego el primero de aquellos hombres entró en la habitación y agarró a tu madre por un brazo antes de que ella pudiera llegar hasta ti. ¿Recuerdas como intentó defenderse y alcanzarte? Pero fue inútil. Aquellos hombres se divirtieron con ella, le dedicaron a su muerte más tiempo que a la de tu padre. La torturaron frente a tus ojos. Empezaron cortándole los pies, parecía doloroso, pero no se comparaba con el dolor que sentía ella por no poder alcanzarte y ponerte a salvo. ¿Recuerdas sus ojos derramando lágrimas? ¿Recuerdas como se los arrancaron después? Entonces ella ya ni siquiera pudo verte, tampoco podía llorar. La invadía el dolor. Y tú estabas ahí, en tu cuna, contemplándolo todo, tan confuso que no podías llorar. ¿Recuerdas como se deleitaron jugando con ella? Le clavaban los cuchillos aquí y allá. Tu madre agonizó durante minutos eternos. Hasta que murió. Entonces fue cuando aprendiste a llorar en silencio. Ya poco te importaba aquel osito de peluche que jamás llegaste a alcanzar. Por primera vez en tu vida, tenías miedo.>

Miedo



<-Corre.
-¿Correr? ¿A dónde? ¿Por qué? 
-No importa donde, no importa, corre, vete, tan lejos como puedas ¡Ya!
-¿Qué está pasando? ¡No voy a moverme hasta que no me des una explicación!
-¡No lo sé! ¿¡Vale!? ¡No tengo ni idea! ¡Pero por esta vez, tienes que hacerme caso! ¡Corre!
Su cara daba miedo, nunca le había visto así, siempre estaba serio, eso no era normal, no en él, ¿por qué tenía que correr? ¿Tenía que huir del sol o del cielo azul? ¿De las mariposas que volaban en el parque? ¿De los niños que jugaban en los toboganes? ¿Por qué me gritaba de esa manera en medio del parque? ¿Por qué nadie se daba cuenta? ¿Por qué?
Miré su cara una vez más. Miedo. Terror. Pánico. Me levanté y me alejé de él. ¿Por qué? ¿Por qué se ponía así? Lo único tenebroso en el parque era él... Él...
Corrí, tan veloz como mis piernas me lo permitieron. Estaba aterrorizado, asustado. Huía, huía de él. ¿Por qué? ¿Por qué estaba huyendo de él? Ni siquiera yo podía entenderlo, pero seguía asustado y no podía dejar de correr. Tropecé, una y otra vez, y también caí, pero no me importó, tenía que seguir corriendo, como si mi vida dependiera de ello. No pude dejar de correr hasta que la vi. 
Había una puerta. Estaba ahí, en el bosque. No sé en qué momento entré en el bosque, ni en que parte del mismo estaba, pero jamás había visto una puerta en el bosque. No había nada alrededor de la puerta. No quise abrirla, me dio miedo. Miedo. El miedo me había atrapado en cuestión de segundos, me había atraído hacia él. Quería devorarme. La puerta. Quería devorarme. El miedo. Quería devorarme. Intenté retroceder. No valía la pena preguntarme el por qué. La puerta se abrió. Mis pies parecían moverse a cámara lenta. Oscuridad. No, oscuridad no. Miedo. El Miedo abrió la puerta. Quería devorarme. Hubiese jurado que estaba sonriendo. El Miedo me sonreía. No tenía cuerpo ni forma, pero sonreía. Se acercó a mí y me susurró "Deja que te abrace". Segundos después dejé de existir. Ya no existo. Mi cuerpo humano ha desaparecido. 
Ahora soy Miedo.>




Escribí esto el 5 de Abril de 2013, en TwitLonger (por penoso que suene)

lunes, 10 de noviembre de 2014

Tic, tac y gatos

Tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac

En la habitación sólo se escuchaba el lento pasar de los segundos, aunque, prestando mucha atención, bajo aquel sonido pesado e impaciente podía escucharse la suave respiración de un gato, que dormía acurrucado cómodamente sobre la cama.

Tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac

Al sonido del reloj se sobrepuso el de unas pisadas, cada vez más cercanas, después el movimiento de una silla con ruedas, precediendo a la música de las teclas. 
Tal vez fue ese nuevo sonido el que despertó al gato. Alzó la vista, con los ojos entreabiertos, miró a la persona sentada frente a él y volvió a acomodarse, esta vez con la cabeza sobre la almohada. 

Tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac

Más allá de los segundos y las teclas, en el pasillo, otros dos sonidos se mezclaban. Desde arriba, tras la última puerta del pasillo el sonido de personas hablando desde la pantalla de un teléfono móvil. Desde abajo, las voces de dos personas y el murmullo de la televisión encendida.

Tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac

El gato seguía dormido, ajeno a los sonidos que aparecían y desaparecían rápidos, como la risa suave del fondo del pasillo, o el vibrar de otro móvil contra la madera del cajón. No le molestaban los segundos ni las teclas. Ni siquiera el caótico sonido de los pensamientos de la persona frente a él.

Tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac

Todo lo que el gato había hecho aquel día, como muchos otros, había sido aquello mismo, dormir. También había comido y recibido cariño, y quizá hubiera jugado un poco con la gatita con la que vivía. Tal vez hubiera molestado al perro, o al otro gato, más grande y gruñón que él.

Tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac

Parecía cómodo durmiendo. Parecía cómodo siendo un gato. Y a la persona sentada frente a él le alegró que estuviera cómodo con aquella vida. Era un gato feliz. Los gatos hacen felices a las personas. Así que la persona sentada frente a él fue doblemente feliz, triplemente feliz.

Tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac

martes, 4 de noviembre de 2014

Yuri (No, enserio, el título que le puse a esto fue "yuri")

Tayla estaba a punto de salir de los vestuarios cuando escuchó pasos, sin saber exactamente por qué, corrió a esconderse tras las taquillas. Era ella.
Entró cerrando la puerta tras de si, y comenzó a desnudarse creyendo ser la única allí. Pero no era la única, Tayla estaba ahí, observándola en silencio. El cuerpo de Flora era bello y fino, y parecía ser increíblemente suave. Tayla querría haber salido de su escondite para comprobarlo, le habría encantado rodearla con sus brazos, acariciar sus pechos lentamente y suspirar sobre sus labios. Le habría gustado hacerlo y no soltarla jamás, y que permanecieran por siempre juntas. Pero no podía. Tayla sabía que lo que sentía por Flora no era correcto. Era un tabú. Estaba prohibido. Ambas eran mujeres. Aquello estaba mal. Pero a pesar de todo Tayla se quedó ahí, escondida, observando, hasta que ella se marchó. Y luego, desolada por el convencimiento de su amor imposible, lloró hasta quedarse sin lágrimas y prometerse que nunca volvería a amar. A nadie.

Querida Kaya*

Querida Kaya:

Aún no se por que motivo comenzaste a seguirme, a interesarte en mi, pero seguramente esa fue una muy mala decisión. Te lo dije y te lo repito, yo no te salvé, fue una coincidencia, iba a matar a ese tipo de todas formas. Pero tu pensaste que había ido a salvarte y me diste las gracias. Traté de librarme de ti de mil formas distintas. ¿Por qué me seguiste después de lo mal que te traté? Te dije cientos de veces que no correspondería tus sentimientos. Sé que te dolía y sé que tratabas de ocultármelo. Cuidaste de mi procurando que no me diera cuenta de todos tus esfuerzos, hiciste tantísimas cosas por mi... Nunca te lo agradecí, solamente te dedicaba palabras de desprecio. Y tú, mientras tanto, entraste poco a poco en mi vida, llena de odio y deseos de venganza, justo como no quería que pasara. Pero lo hiciste, y soportaste todo ese peso sobre tus hombros, y me ayudaste.
Hiciste todo aquello sin pedir explicaciones, y es lo mínimo que mereces, Kaya. Así que deja que te cuente mi historia.
          Buscaré la forma de compensarte por todo.
   
                                                                          Nelson













*Bueno, a ver. Para empezar, cuando el personaje y la historia de Nelson llevaban ya unos tres o cuatro años vivos, apareció "la chica". Kaya no es su nombre "oficial", solo uno de los muchos que ha tenido, por que ninguno me convence. Y eso.
cae-lanion luhial
di mari felanua
kreata tu ciar
tu alaran di
driella. amauen.
loesi an delian.
tu nia ver ruhlan
Felurian thae




-Crónica del asesino de reyes, Felurian

sábado, 1 de noviembre de 2014

La verdad es que no me gusta como quedan las entradas sin título

He llegado a cama hace como treinta minutos. Un bus debería haberme traído hace casi dos horas.

Tenía intención de escribir desde hace un ratito. Pero mis pensamientos se han salido de órbita y me he puesto ligeramente triste.
Echar de menos te demuestra a ti mismo que quieres a él alguien o algo que echas de menos, pero cuando te das cuenta de eso, duele un poquito.

La espera en la calle ha sido fría. Por el frío que hacía. Era ese tipo de frío que se te clava en la piel poco a poco y no te abandona, ni siquiera cuando ya estás en la cama bien tapadito. Echar de menos el calor de alguien aumenta el frío.

No suelo ser cursi en el basurero (esto es mi basurero, con amor), pero es como estoy. Tengo frío y echo de menos, y me siento egoísta. Me siento bastantes cosas, pero son las que priorizan ahora. Lo cual seguramente sea bueno, por que no quiero que prioricen otras.

Ayer (No se a que hora publicaré esto, pero son las 23:44 del 1 de noviembre ahora) fue Halloween y esa suele ser la noche del terror. Para mi no fue terrorífica, pero lo pasé muy bien, muy muy bien. Aunque fue poco. Siempre es poco. Últimamente también me siento poco satisfecha con el tiempo y su forma injusta de pasar. Últimamente imagino bastante mi futuro, no solía hacerlo, hay formas algo agobiantes de pensar en el futuro, otras son bonitas y me vuelvo más impaciente. Últimamente hay muchas cosas nuevas en mi, y me gusta. Aunque aún no me he acostumbrado, hay cosas que me cuestan, como controlarme y echar de menos, por ejemplo.

Me gusta esa barrita intermitente que espera a que escriba. Me gusta mirarla, de un modo u otro es bonita.

Creo que de momento voy a dejarlo aquí. Esto tiene muchos párrafos. Y no mucha coherencia, aunque eso suele ser habitual en mi.

martes, 28 de octubre de 2014

Bachillerato ¿y qué más?

La mayoría de la gente a estas alturas ya tiene claro lo que va a hacer, o por lo menos lo que le gustaría hacer.
Bien. Yo no soy de esa mayoría.
No tengo ni idea de que haré cuando termine bachillerato. Bueno, últimamente hay algunas opciones que no me desagradan tanto como otras, pero no terminan de gustarme tampoco. Hasta el curso pasado no le di demasiada importancia pensando que aún me quedaba tiempo para pensar en ello, pero cada vez hay menos tiempo. Es algo agobiante.
A lo largo de tu vida te preguntan muy a menudo eso de "¿Qué quieres ser de mayor?". Creo que de pequeña contesté veterinaria, como la mayoría de los niños contestaban, nos gustan los animalitos, eso está claro. Luego me vino la etapa de querer ser escritora, pero, siendo realistas, a los buenos escritores ya  les cuesta ganarse la vida escribiendo, para mi sería imposible, o altamente improbable. Cuando me hicieron la pregunta en primero de la eso mi respuesta fue que quería estudiar derecho, ¿por qué? había oído que los jueces y abogados cobran bien. Otra opción que pasó por mi cabeza fue estudiar idiomas, la idea de hablar distintos idiomas me gusta y tal vez eso podría permitirme hacer traducción más adelante, pero esa idea también fue descartada. Y hace no mucho empezó a pasar por mi cabeza el mundo de la edición de libros, pero no quiero estudiar fuera y no estoy segura de si realmente me gusta. Tal vez le veo demasiadas desventajas a todo.
Así que la pregunta aún sigue dando vueltas en mi cabeza, con un "tic, tac" de fondo que no es precisamente tranquilizador.
Sería genial si me dieras, no sé, algo así como una semana de prueba en todas las opciones que tengo, así decidir sería mucho más fácil.

domingo, 19 de octubre de 2014

Algo


Era una sombra negra, hecho de trozos de las noches más oscuras y brillantes que existieron. Su sonido era el silencio más hermoso que nunca escuché. Recuerdo sus escondites, lugares a los que nadie más se atrevía a llegar. Era libre. Y murió libre.

A veces intento escribir "poesía", no suele salir bien.

Creció el patito
y se convirtió en cisne;
creció el príncipe
y se convirtió en bestia;
¿Qué pasará
cuando yo crezca?
 
Algo hermoso
puede tornarse horrendo;
algo horrendo
puede tornarse hermoso.
¿Acaso puede "algo"
ser ambas cosas a la vez?
 
Si se vive mirando al cielo
mientras pisamos el suelo;
¿miraremos el suelo
cuando pisemos el cielo?
Pero, ¿pisaremos alguna vez el cielo?
¿querrá alguien dejar de pisar el suelo?
 
 


Las bolsitas de chuches

Para cumpleaños, navidad, Halloween, etc. siempre hay bolsitas o cajitas de chuches, con varias chucherías: regalices, piruletas, corazones, chicles de melón y bla bla bla y siempre (o en todas las que he visto) meten una bolsita de "snacks" ¿Por qué? No son dulces, ¿Le gustan al alguien? Por que e los ofrezco a todo el mundo y siempre los rechazan "A mi tampoco me gustan". ¿Por qué demonios meten eso ahí? No pinta nada, es lo que más espacio ocupa, y no pinta nada. Deberían meter cinco piruletas más es su lugar y aún sobraría espacio. Los "snacks" me indignan.

martes, 14 de octubre de 2014

Y lo escrito en la agenda.

Se paró en medio del vagón y la miró a los ojos. El mundo entero dejó de existir. Sus almas conectaron inmediatamente, como si no hubiera pasado el tiempo. Y dejaron que los invadiera la esperanza, a pesar de saber que esa esperanza los destruiría. Y él avanzó un paso, con una sonrisa que tenía prohibido mostrar. Una sonrisa que desapareció al no verse reflejada en el rostro de ella. Y el brillo de sus ojos la delató. Había perdido la esperanza en el mismo instante es que se sintió invadida por ella. Y las lágrimas rodaron por sus mejillas a cada paso, mientras le quitaba la vida. Y él la amó al morir entre sus brazos. La amó como prometió que no lo haría. Y sus ojos se cerraron para siempre.

El retorno del cuaderno verde

Este curso el cuaderno verde ni siquiera ha estado en la mochila por que me dije que debía dejar de escribir en clase. Pero tras un par de días de dibujar en la mesa y de escribir en los días vacíos de la agenda, creo que señor cuaderno verde debería volver a la mochila, solo por si acaso. Es mejor que escribir el la agenda, mucho más privado, supongo. Meh.
Ahora él está contigo.

domingo, 5 de octubre de 2014

Canción del pirata - José de Espronceda

Con diez cañones por banda,
viento en popa, a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín.
Bajel pirata que llaman,
por su bravura, el Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín.

La luna en el mar rïela,
en la lona gime el viento,
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y va el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
y allá a su frente Stambul:

«Navega, velero mío,
sin temor,
que ni enemigo navío
ni tormenta, ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.

Veinte presas
hemos hecho
a despecho
del inglés,
y han rendido
sus pendones
cien naciones
a mis pies.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

Allá muevan feroz guerra
ciegos reyes
por un palmo más de tierra;
que yo aquí tengo por mío
cuanto abarca el mar bravío,
a quien nadie impuso leyes.

Y no hay playa,
sea cualquiera,
ni bandera
de esplendor,
que no sienta
mi derecho
y dé pecho
a mi valor.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

A la voz de «¡barco viene!»
es de ver
cómo vira y se previene
a todo trapo a escapar;
que yo soy el rey del mar,
y mi furia es de temer.

En las presas
yo divido
lo cogido
por igual;
sólo quiero
por riqueza
la belleza
sin rival.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

¡Sentenciado estoy a muerte!
Yo me río;
no me abandone la suerte,
y al mismo que me condena,
colgaré de alguna entena,
quizá en su propio navío.
Y si caigo,
¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di,
cuando el yugo
del esclavo,
como un bravo,
sacudí.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

Son mi música mejor
aquilones,
el estrépito y temblor
de los cables sacudidos,
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones.

Y del trueno
al son violento,
y del viento
al rebramar,
yo me duermo
sosegado,
arrullado
por el mar.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.»

De hilos rojos y otros rojos

No es que valga la pena, es que no hay pena. Es alegría, felicidad, emociones y sentimientos nuevos. Es un rayo de luz, la primera esperanza desde hace mucho, es el olor, el pensamiento, el tacto, la espléndida visión. La necesidad incesante de más, la respiración relajante, los latidos, los suspiros. Las ganas de ser, estar y dar. El lenguaje secreto, el tono de voz. La eternidad. Es todo, y mucho, mucho más.

Más y más fragmentos perdidos

Y entonces su alma volvió a desgarrarse, produciéndole un dolor abrasador. Y de ese dolor surgieron sus alas, dos alas negras que la arrastrarían al infierno.
 
***
 
No había solución posible, ya era muy tarde, sus alas habían crecido completamente. Espléndidas, pero diferentes. Un ala de ángel y otra de demonio. Los opuestos en un solo ser. Como un castigo. Aquellas alas jamás podrían volar, estaba condenada a añorar los cielos. Nunca encontró su camino. Nunca pudo volar. Nunca. Se le dio un castigo eterno. Eternamente sola. Eternamente incomprendida. Eternamente odiada.
Cada lágrima que derramaba hacía arder todo lo que tocaba. Cada paso que daba le procuraba un desgarro del alma, pero no podía detenerse. Un interminable y doloroso castigo. ¿Por qué? Ni siquiera estaba segura de ello. Era un monstruo invisible. El aliento de una guerra. La prueba de lo prohibido. Era luz y oscuridad. Su alma y su cuerpo, ambos luchaban. La paz no era una opción. Ni para ella, ni para ellos.
 
***
 
El pánico se extendía por sus venas como el más letal de los vennos. Estaba atrapada. No sabía quien era ni donde estaba. Pero no veía la salida, y sentía miedo. ¿Por qué? ¿Por que sucedía aquello? ¿Quién era ella? ¿Qué hacía allí? ¿A dónde debía ir? Estaba asustada, y no veía ninguna salida.
 
***
 
Y me reiré. Me reiré hasta que todas mis cicatrices se abran nuevamente, y seguiré riendo mientras las sangre huya de mi cuerpo.
 
***
Podríamos volver al pasado, borrar todos nuestros errores, todos los momentos incómodos, humillantes y vergonzosos, las experiencias tristes y las horribles, pero, entonces ¿En quién nos convertiríamos? Por que, al fin y al cabo, son todas esas cosas las que nos han hecho ser quienes somos ahora.

Una vez en una hoja amarilla de papel con rayas verdes
escribió un poema
Y lo llamó <Chops>
por que así se llamaba su perro
Y de eso trataba todo
Y su profesor le puso un sobresaliente
y una estrella dorada
Y su madre lo colgó en la puerta de la cocina
y se l leyó a sus tías
Ese fue el año en el que el Padre Tracy
llevó a todos los niños al zoo
Y les dejó cantar en el autobús
Y si hermana pequeña nació
con las uñas de los pies diminutas y sin pelo
Y su madre y su padre se besaban mucho
Y la niña de la vuelta de la esquina le envió una tarjeta de San Valentín firmada con una fila de x
y él tuvo que preguntarle a su padre que significaban las x
Y su padre siempre le arropaba en la cama por la noche
Y siempre estaba ahí para hacerlo

Una vez en una hoja blanca de papel con rayas azules
escribió un poema
Y lo llamó <Otoño>
por que así se llamaba la estación
y de eso trataba todo
Y su profesor le puso un sobresaliente
y le pidió que escribiera con más claridad
Y su madre nunca lo colgó en la puerta de la cocina
por que estaba recién pintada
Y los niños le dijeron que el Padre Tracy fumaba puros
y dejaba colillas en los bancos de la iglesia
Y a veces las quemaduras hacían agujeros
Ese fue el año en que a su hermana le pusieron gafas
con cristales gruesos y montura negra
Y la niña de la vuelta de la esquina se rio
cuando él le pidió que fuera a ver a Papá Noel
Y los niños le dijeron  porqué
su madre y su padre se besaban mucho
Y su padre  nunca lo arropaba en la cama por la noche
Y su padre se enfadó
cuando se lo pidió llorando

Una vez en un papel arrancado de su cuaderno escribió un poema
Y lo llamó <Inocencia: una duda>
por que esa duda tenía sobre su chica
Y de eso trataba todo
Y su profesor le puso un sobresaliente
y lo miró fijamente de forma extraña
Y su madre nunca lo colgó en la puerta de la cocina
porque él nunca se lo enseñó
Ese fue el año en que murió el Padre Tracy
Y olvidó como
era el final del credo
Y sorprendió a su hermana
enrollándose con uno en el porche trasero
Y su madre y su padre nunca se besaban
ni siquiera se hablaban
Y la chica de la vuelta de la esquina llevaba demasiado maquillaje
Que le hacía toser cuando la besaba
pero la besaba de todas formas
porque tenía que hacerlo
Y a las tres de la madrugada se metió él mismo en la cama
mientras su padre roncaba profundamente

Por eso en el dorso de una bolsa de papel marrón
intentó escribir otro poema
Y lo llamó <Absolutamente nada>
Por que de eso trataba todo en realidad
Y se dio a si mismo un sobresaliente
y un corte en cada una de sus malditas muñecas
Y lo colgó en la puerta del baño
por que esta vez no creyó 
que pudiera llegar a la cocina





Fuente: Las ventajas de ser un marginado - Stephen Chbosky

domingo, 7 de septiembre de 2014

A la lápida de alguien a quien quise:

Hay cosas que nunca te dije, y tal vez debería habértelas  dicho. Pero se que aún así tu lo sabías, tu me conocías. Pensé en ello aquel día y otros muchos, igual que pienso en aquel día. ¿Sabes? Ese día incluso reímos un poco, eso podría considerarse una falta de respeto, pero creo que no lo fue, por que a ti te habría gustado que estuviéramos felices, no querías vernos tristes, ¿no? Aún así, creo que no me di cuenta de la verdad hasta llegar allí, en aquel banco de madera, con aquella canción. Creo que fue entonces cuando me di cuenta. Traté de no llorar, por que ese chico no paraba de mirarme, pero me fue imposible. Oh, aquello estaba lleno de gente, al igual que tu estabas llena de amor, lo recuerdo bien. Poco antes del final logré calmarme, o eso pensé. Me pillaron con la guardia baja. Cuando nos disponíamos a salir, ellas estaban allí, y vinieron a abrazarme, a consolarme, a ofrecerme su apoyo. Volví a derrumbarme, pero pude esconderme en aquel abrazo, fue precioso. No recuerdo gran cosa de después. Él no vino, a pesar de que se trataba de ti. Eras tu, era tu adiós, y él no vino. Hubo muchas lágrimas. Nunca les he visto derramar tantas, ni a tantos. Es que todos esos años contigo fueron maravillosos. Cuando decías "Deja a la chica que no coma tomate, a mi madre tampoco le gustaba." o tirabas las cosas a la "Pubela" y comíamos "Carotas". Y como le llamabas papá, y como le faltaste, como nos faltas a todos aún ahora. Vivíamos en conflicto y tu siempre eras pacífica, siempre nos concedías caprichos, siempre tenías justo lo que necesitábamos. Te quería, sin darme cuenta. Nunca lo demostraba, ya sabes como era, como éramos.
                                                                                                                  Gracias por todo.

21:36

Se detuvo junto a la puerta, como todos los días, desde aquello.

Le gustaba observarla, solía ser siempre la última en abandonar la sala, y por eso se detenía junto a la puerta, para poder caminar tras ella, siguiendo sus pasos en silencio. Eso era todo lo que se atrevía a hacer. Habían hablado un par de veces, no mucho, las palabras le salían temblorosas cuando ella estaba cerca. Se sentía débil por ello. Quería acercarse más, acariciar su pelo, tomar sus manos, abrazarla.
Era completamente imposible. Por eso se mantenía lejos, observándola.

Ella salió por la puerta, pasando justo a su lado, llenándole los pulmones con su dulce aroma. Sin percatarse de su existencia.
Y justo después salió él. Él, la prueba de lo imposible, dos veces imposible. Echaron a andar hacía la salida juntos, conversando alegremente.

¿Por qué había tenido que pasarle aquello? ¿Por qué había tenido que enamorarse de ella? Debía esconder sus sentimientos hacía ella.

Al fin y al cabo, no estaba bien que una chica se enamorara de otra chica, sobre todo cuando esa chica estaba enamorada de un chico, ¿verdad?

lunes, 25 de agosto de 2014

25/8/2014

Hago siempre lo mismo. Empiezo a escribir, cualquier cosa, en cualquier parte, y nunca lo termino. Puede que por pereza, aburrimiento o a saber qué otras cosas. Pero siempre es igual.

Ha sido un verano movidito.

He encontrado algo que creía que no tenía, que jamás tendría. Y ni siquiera lo he buscado. Es hermoso y doloroso, pero vale la pena. A veces da miedo, pero a veces te lo quita.

Solo me apetecía escribir un poco, pero no sé sobre qué me apetece escribir.

Hay entradas de este blog que releo y no me gustan. Eso también me pasa mucho, veo cosas que he escrito en el pasado y no me gustan. Pero están ahí, y de alguna forma son parte de mi. Y aunque a veces quiera eliminar todo eso, creo que es mejor no hacerlo.

Y, bueno, estoy viva, más que antes.

lunes, 5 de mayo de 2014

Debería estar estudiando

De esto que mañana hay un examen y yo aquí, retrasando el momento de estudiar. No me gusta estudiar, y tampoco le veo sentido.
"Pero, estudiar te sirve para poder sacarte después una carrera."
No le veo sentido.
"Si te sacas una carrera tendrás muchas más posibilidades de conseguir un trabajo."
No le veo sentido.
"Si no consigues un trabajo... ¿Cómo vas a vivir?"
Oh, bueno, es que... No le veo sentido.
"Así es la vida, tienes que ganar dinero para comida, ropa, facturas..."
¿Y por qué tiene que ser así? Es demasiado aburrido. Tienes que seguir un patrón, el mismo que todo el mundo, dicen que podemos elegir, pero para todos lo mismo, siempre lo mismo. Se un niño, estudia, se un adolescente, estudia, madura, estudia, madura, busca un trabajo, se un adulto, trabaja, forma una familia (o no), trabaja, envejece, jubílate, se un anciano, muere. ¿Y qué pasa si a mi ese patrón no me gusta? ¿Y si quiero hacer otra cosa? ¿Y si no quiero hacer nada? ¿Y si quiero probarlo todo?
"No puedes."
¿Qué sentido tiene la vida entonces?
"Hay momentos buenos."
Y también hay momentos malos. Y son bonitos. Y son dolorosos. ¿Y qué? Al final sigue siendo lo mismo. Y al final es nada.
"Eso no lo sabes, nadie lo sabe. Hay quién cree que al final hay algo más."
Yo no lo creo. Para mi el final es nada. No importa lo que se haga. Al final es nada. Así que, ¿qué más da nada ahora o después?
"No sabes lo que estás diciendo."
Y tu si, tu si lo sabes, ¿verdad?
"...Sí."
No. Pero no importa. ¿No es cierto? En el fondo, no importa.
No entiendo a los humanos. No entiendo a la sociedad. No entiendo nada. ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?
"¿Y por qué no?"
Ja. Ja. Ja.
Bien, vamos a jugar.

domingo, 4 de mayo de 2014

De pequeña, cuando leía, tan solo me fijaba en la historia, y devoraba el libro en cero coma. Y es lo que hacía hasta no hace mucho.
Pero luego empecé a fijarme en la prosa. En como estaban escritos los libros. El primer libro con el que lo hice fue con El nombre del viento de Patrick Rothfuss, la primera vez que lo releí. Al leerlo por primera vez me había fijado en la historia y nada más, y me había encantado. Pero la segunda vez empecé a ver como estaba escrito, como manejaba su autor las palabras. Y desde entonces cuando leo no solo leo la historia.
También empecé a fijarme en los personajes, en lo que no se decía de ellos pero se dejaba ver, en como se formaban, como crecían y cambiaban a lo largo de la historia.
Y todo esto me lleva a una conclusión. Los escritores buenos de verdad son realmente increíbles. Y creo que no se les da a sus obras el valor que merecen.
Creo que, escribir y relatar y conseguir absorber al lector es un arte que no se consigue solo con una buena trama.

Divergente

Ayer fui a ver Divergente.

(Aviso, contiene spoiler)

Si, la película. Y bueno, me apetecía escribir sobre ello.
La película está bastante bien, sobre todo en cuanto a la acción. Sin embargo hay un par de cosas que no me gustaron. Para empezar no profundizan en la relaciones, en ninguna, ni entre Cuatro y Tris, ni Tris con sus amigos. Por ejemplo, leyendo el libro, llegas a la escena de Will, cuando Tris lo mata y lo pasas mal, pero viendo la película pues no es para tanto por que apenas se ve la amistad. Pasa lo mismo con la escena en la que sacan a Al del pozo.

Otra cosa que no me gustó nada fue que no sacaron personajes. ¿Dónde han dejado a Uriah y a Zeke? No, no, eso no mola.

Y hay cosas y personajes que son completamente diferentes de como los imaginabas. Por ejemplo, la valla que rodea Chicago o Cuatro. Jamás los habría imaginado así. Sin embargo, Marcus o Tori me cuadran muy bien.

A pesar de las cosas que no me gustaron, si no piensas en el libro la película resulta bastante épica, fangirlee bastante.

martes, 1 de abril de 2014

Todas esas cosas que desaparecen.

Hay cosas que desaparecen, la pregunta es ¿adonde van?
 
Cosas como juguetes, peluches, libros, fotos, llaves y un largo etcétera. Un día recuerdas que hubo un tiempo en el que tuviste esas cosas entre tus manos, pero cuando decides buscarlas no están ahí, no están en ninguna parte. Puedes pensar que han ido a parar a la basura, o tal vez cayeron alguna vez de tu bolsillo y no te percataste. Puedes no darle más importancia al asunto y simplemente volver a olvidarte de esas cosas, al fin y al cabo, no eran tan importantes ¿cierto?
 
Pero, ¿y si todas esas cosas no han desaparecido de todo? ¿Y si te dijera que esos objetos cobraron vida mientras no podías verlos y decidieron darse a la fuga, alejarse de ti y marcharse a algún otro lugar? ¿Y si te dijera que hay un ser invisible y pequeño, un ser que recorre los hogares recogiendo aquellos objetos que van a ser olvidados y llevándolos consigo? ¿Y si te dijera que tu casa, que todas las casas, en realidad son seres vivientes que se alimentan de objetos olvidados? ¿Y si te dijera que al ser olvidados los objetos perdieron por completo sus colores, se volvieron totalmente invisibles y ya es demasiado tarde para que tus recuerdos puedan volverlos visibles?
 
¿Que harías si alguna de estas cosas fuera cierta? ¿Acaso te molestarías en buscar alguna de esas cosas de nuevo, a pesar de que decidiste olvidarlas una vez más? ¿No te quedarías sentado donde estás, haciendo cualquier cosa que tengas que hacer en tu ocupada vida actual? Por que, al fin y al cabo, nadie presta atención a ese tipo de cosas.

domingo, 23 de marzo de 2014

Cosas que encuentro en mis cuadernos viejos I

Ahora es tarde para todo, tu estás muerto y yo olvidada. Todo lo que de mi quedaba fue llevado por ti, y lo que quedaba de ti lo escondí yo. Ya no hay lugar para nosotros en este mundo. Seguimos sin ser iguales, tu estás muerto, sumido en un eterno descanso, yo condenada a existir sin ser, escondiéndome incluso de las sombras, en un lugar que es pero no existe, donde nadie puede llegar, donde casi ya no puedo recordarte, donde soy olvido y nada más.

Cosas que encuentro en mis cuadernos viejos II

¿Hasta donde pretendes llegar para conseguir lo que quieres? Por tu duda sufren otros, por tu capricho y egoísmo terminan heridos todos. ¿Acaso eres mejor que el resto? Lo eres, pero también eres peor. Eres las tinieblas de un corazón sin aire. Eres odio, egoísmo y depresión. Eres oscuridad aparentando ser luz, falsedad, mentiras, traición y dolor, eres sangre, eres yo.

martes, 18 de marzo de 2014

Tobi


Tobi se despertó sobresaltado por el sonido de la puerta. Miró la hora, las dos menos veintitrés de la madrugada, ¿Quién demonios llamaba a su puerta tan tarde? Se levantó y se puso un jersey antes de bajar las escaleras y abrir.

-Emily...- La chica estaba en su puerta, con las piernas temblorosas y los ojos llenos de lágrimas.- ¿Qué ocurre?

Emily abrió la boca, como si fuera a hablar, pero en vez de eso se desplomó en la entrada, ocultando el rostro entre las manos. Tobi adivinó que lloraba por el movimiento de sus hombros. Se agachó junto a ella, le acarició el pelo y después la cogió en brazos y, cerrando la puerta tras de si con un leve empujón de la pierna, depositó a la chica en el sofá del salón cubriéndola con una manta. Se alejó un par de minutos y volvió tras el "click" de un microondas.

-Ten.- Emily cogió la taza llena de chocolate caliente que el chico le ofrecía. - ¿Estás más calmada ahora?

Ella hizo un gesto afirmativo con la cabeza y procedió a tomarse el chocolate en silencio, dando pequeños sorbos que le dejaron un bigote marrón sobre los labios que limpió con el dorso de la mano una vez hubo terminado.

-Perdona.- Emily hablaba con voz débil y temblorosa.- Por venir aquí, así y a estas horas. Siento haberte despertado.

-No importa. ¿Quieres hablar de ello?

-Creo que... Mejor hoy no.

-Tranquila.- Tobi le brindó una de aquellas sonrisas que siempre lograban hacer que ella sonriera también un poco.- Sabes que estoy aquí, para cuando tu quieras.

-Lo sé.- Contestó ella acurrucándose en la manta.- Y sabes que te la agradezco. Sin ti no se si seguiría viva.

-Lo sé.- Susurró Tobi a su vez besándole la frente. Y después volvió a hablar con el tono alegre de siempre.- ¿Te quedas a dormir?

-Sí, gracias.


Todo el mundo dice adiós. Adiós duele.

domingo, 16 de marzo de 2014

sábado, 15 de marzo de 2014

Melanie.

-¿Ha quedado ya tu alma destrozada? ¿Se han roto por fin los hilos que mantenían tu corazón fuerte? Dime, ¿te has rendido ahora?

Las lágrimas caían por sus ojos mientras ella escondía la cara entre las rodillas. Tal vez para protegerse, tal vez para no verle, tal ver para que él no la viera. Pero su devastadora presencia le dolía, como una piedra cayendo una y otra vez en el interior de su pecho.

-Contesta Melanie.- Él insistió de nuevo, divirtiéndose con el dolor que causaba.- Te duele, ¿no es cierto? ¿No es cierto que desearías morir? Dime, ¿quién tiene la culpa de tu dolor? Eso es lo peor, ¿a que sí? Por que sabes que realmente todo es culpa tuya, fuiste tu quién escogió, y lo hiciste mal pequeña Mel. Y ahora lloras como si tan solo fueras una víctima, pero tu sabes que no es así, lo sabes. ¿Quién más está llorando ahora por tu culpa, Melanie? Vamos, dilo, ¡dilo! No tienes el valor necesario para tomar el camino correcto, no tienes el valor necesario para quitarte la vida, ni siquiera tienes el valor necesario para admitir que todo esto es culpa tuya. ¿Y qué vas a hacer? ¿piensas esconderte y huir de nuevo? Sabes que eso no funcionará de nuevo, volveré a encontrarte, volveré a perseguirte, volveré a atormentarte. Y sabes por que, lo sabes Melanie, lo sabes. Yo no soy el loco aquí, ambos lo sabemos. Los demás pueden decir lo que quieras, están equivocados, lo están por que creyeron todas tus mentiras, ¿sabes? ahora me señalan a mis espaldas cuando creen que no puedo verlos, ellos piensan que yo soy el loco, pero no tienen ni idea de quién eres realmente. Tranquila pequeña Mel, yo si sé quién eres, yo si sé lo que has hecho. No puedes escapar de mi. No puedes recurrir a nadie, aquellos que podrían haberte salvado lloran ahora por tu culpa, aquellos que podrían haberte protegido han muerto por tu causa sin siquiera conócela. ¿De verdad puedes vivir con eso? Eres un ser horrible, realmente horrible. Me das asco.

-¡Cállate!- gritó Melanie tapándose los oídos con fuerza- ¡Cállate! ¡No tienes derecho a juzgarme!

La sonrisa en el rostro de él desapareció. Se arrodilló frente a Melanie y acarició su rostro en un gesto que de haber sido hecho por otras manos habría resultado dulce, pero que en las suyas provocaba terror.

-Oh, Melanie. Melanie. Melanie. Lo sé, no puedes soportarlo. Lo sé, la verdad duele. Lo sé. Melanie. Ya no te queda nadie, nada, sólo yo y el peso, el dolor de tu verdad. ¿Qué vas a hacer?

Él se apartó de ella, se acercó a una mesa y de uno de los cajones sacó una pistola, luego volvió  arrodillarse frente a Melanie, con los ojos brillantes, como si estuviera a punto de llorar.

-¿Sabes Melanie? Yo te quería, yo te quiero. Oh, Melanie, perdí la cabeza por ti. Mira en lo que me has convertido, ¡mírame!- Las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas mientras él apretaba la pistola contra su pecho.- Ya no soy nada pequeña Mel. Nada. Pero eso no importa, ¿sabes que? ya nada importa, ni siquiera tu. Nada.

Aferró la pistola con manos temblorosas mientras las lágrimas seguían resbalando por su rostro. Llevó un dedo al gatillo y dirigió el cañón de la pistola hacia su sien.

-Dylan...

El sonido del disparo se escuchó como algo irreal, como si en realidad no hubiera ocurrido, pero el cuerpo del chico muerto frente a Melanie contaba aún esa aterradora verdad.

Eh, Melanie, ¿qué harás ahora?

miércoles, 12 de marzo de 2014

El cuederno verde y otros.

En principio el cuaderno verde iba a estar destinado a relatos e historias que se me ocurrieran, pero como ya he dicho mi cabeza es un completo caos, y mis cuadernos también.
Este cuaderno contiene una muy breve presentación de varios personajes, trozos de relatos sin principio ni final, frases que se me ocurren, el inicio de un fanfic de CDM, "reflexiones" que surgen de mi muy mal amueblada cabeza y todo tipo de tonterías.
Podría decir que es como un diario secundario, pero el cuaderno verde viene todos los días al instituto mientras el diario se queda en su escondite en mi habitación.
El diario es otro caso, cada vez que escribo pongo la fecha, el lugar y la hora. Y se han dado casos en los que he escrito hasta cuatro entradas de diario en un solo día y casos en los que he pasado meses sin escribir nada. Ahora llevo (pausa para revisar fecha exacta) desde principios de Febrero sin escribir, lo tengo al pobre muy desinformado.
En Windows 8, que es el que tengo yo, hay una aplicación llamada Note de la cual estoy completamente enamorada. Es como un cuaderno virtual y puedo ponerle contraseña, sonidos, de todo, puro amor. Pues bien, en Note también tengo una especie de diario, relatos, de todo. Yo, mientras pueda, escribo en casi cualquier parte, como la protagonista de El cielo está en cualquier lugar pero sin dejar los papeles por cualquier lado y sin esa complicada y preciosa historia de amor [libro muy recomendado, es la segunda novela de amor que leí y enamora completamente, si eso ya hablaré del libro].


Hoy estoy haciendo varias entradas cortas en un solo día, lo he dicho, soy así.

"Te entiendo"

Hola.
La entrada anterior esta sacada (y editada) del cuaderno verde.
Últimamente he pensado mucho en el tema de la anorexia. Gente a la que sigo en twitter es anoréxica y una familiar mía, bueno, podríamos decir que está en proceso de recuperación.
Creo que la mayoría de la gente no comprende la anorexia, no estoy diciendo que yo lo entienda, aunque me gustaría. Creo que no puedes entender algo o a alguien cuando no has vivido ese algo o no has pasado por una situación muy parecida a la de ese alguien, e incluso así. Por este motivo hace tiempo que decidí no decir "te entiendo" si no es cierto, y del mismo modo que me lo digan a mi cuando yo siento que no es así... me irrita, por así decirlo.
En este caso creo que tan solo la gente que padece de anorexia o la ha vivido muy de cerca puede comprenderlo realmente. He oído a gente decir que es una enfermedad estúpida, o que tan solo lo hacen para llamar la atención. Esa gente es realmente idiota a mis ojos. Están juzgando algo que no pueden comprender.
Desde que tenía memoria le habían dicho que no era lo suficientemente delgada, siempre la habían señalado con el dedo criticando su cuerpo y dirigiéndole insultos una y otra vez. Ella tan solo podía llorar cuando nadie miraba, sufría en silencio a solas con su alma destrozada. Pretendía ser fuerte ante las miradas de desprecio, pero cuando se sentía libre de esas miradas lloraba viendo la sangre deslizarse por sus brazos.

Un día decidió no comer, dijo que le dolía el estómago, que estaba enferma, por eso a nadie en su familia le extrañó que vomitara. Pasaron los días, las semanas, los meses. Ya nadie la señalaba diciendo que no era suficiente, habían dejado de criticarla e insultarla. Pero eso no importaba, por que ahora era el espejo quién lo hacía. Cada vez que miraba su reflejo veía una decepción, su propio cuerpo.

El tiempo volvió a pasar, y la gente volvió a señalarla. Ahora decían que era demasiado y la invitaban a comer. Todos ellos no eran para ella más que enemigos, personas que tan solo buscaban su desgracia, su miseria. También lo eran su familia, que insistían en que fuera al médico, que tan solo estaban preocupados por su salud.

Pero ella había decidido no hacerle caso al mundo, eran ella, el espejo y las cuchillas. Su cuerpo era un cuadro lleno de líneas rojas cicatrizantes y huesos marcados en la pálida piel.

Un día su vida trajo un cambio, alguien nuevo, su primer amor. Él se acercó a ella y tomando su mano, y mirándola a los ojos le dijo "déjame invitarte a comer".

Y ella lloró de nuevo.

Que reine el caos y Personajes

Hola y tal.
He decidido que voy a volver a la idea original del blog. Eso de escribir lo que me de la gana en el momento d teclear y sin hacerlo cada x días. Debido a esto las llamadas páginas van a quedar inservibles, puede que algún día decida ordenarlas o eliminarlas, ya veremos.
Pues eso, que si antes este blog ya era un desorden ahora lo será más aún, exactamente igual que mi cabeza... No, esto está mejor amueblado.

Y para que esto no quede como una entrada diminuta voy a hablar un poco de los personajes que he ido creando a lo largo de mi vida. Esta vez hablaré de los que serían los primeros, si eso ya continuaré.

Bien, lo más atrás que llegan mis recuerdos es hasta aquellos cuadernos DINA5 cuadriculados de 16 hojas, edelvives, si no me equivoco y disponibles en diferentes colores. Esos que son prácticamente los primeros cuadernos de cuando eres niño. En uno de estos cuadernos fue donde escribí mi primera historia "larga". Los protagonistas eran Ana y Luis, dos chicos de la misma edad que eran vecinos y cuyos balcones quedaban el uno frente al otro. La historia hablaba de sus vidas y las de sus amigos. También hice una versión con los mismos personajes pero poseyendo estos poderes mágicos. Esta fue la historia que me llevó, por primera vez, a soñar con ser escritora (Sueño que fue rápidamente machacado por unos padres que le explicaron a su hija de 6 años que nunca podría vivir de escribir libros.)

lunes, 10 de marzo de 2014

¡No estoy muerta!

Hola.
Pues eso, que sigo viva y tal. Aunque este blog este a estas alturas viejo y oxidado.
¿Qué por que he vuelto? Gracias por preguntar querida Katckya*. Bueno, la explicación es algo larga, pero ahí va:

Mis amigos y yo tenemos una especie de "juego" en el cual hemos creado una familia, como los niños que juegan a mamás y papás, algo así. Y en esta "familia" yo tengo un hijo cuyo padre es (redoble de tambores) ¡Nelson! (Todos locos, sí) y hoy, diez de marzo de 2014 sería nuestro 15º aniversario de boda. Esta especial fecha junto con la petición de un par de mis queridos amigos de que siguiera escribiendo (cosa que según ellos hago bien) me ha traído de nuevo hasta aquí. En principio mi idea era coger a Nelson y sacarlo de su rol como huérfano falto de un dedo para implantarlo en un pequeño relato como mi sanguinario esposo y padre de mi hijo. Así que vamos a intentarlo, ¿no?

Desperté temprano aquel día, el calendario decía 10 de marzo, y la casilla estaba rodeada con rotulador negro. Sonreí a la almohada vacía a mi lado. Nelson no estaba es casa, casi nunca estaba, pero  tenía el presentimiento de que iba a volver. El 10 de marzo es especial, ya que el 10 de marzo de 1999 fue el día en que decidimos casarnos.
Me levanté con asombrosa facilidad y caminé de puntillas hasta la habitación de nuestro hijo, William, seguía profundamente dormido. Continué andando hasta la cocina, pisándome los bajos de un pantalón de pijama demasiado grande para mi que, al igual que la camiseta, pertenecía a Nelson. Después de tomarme la taza de leche de todas las mañanas me senté en el sofá a leer mientras esperaba.
Varios minutos después y, como no, en la mejor parte del libro, noté el roce de una mano en mi mejilla. Coloqué el marca páginas y cerré el libro antes de girarme:
-Estaba en la mejor parte del libro.
-Feliz aniversario a ti también, pequeña.- Desde que nos conocíamos él era más lato que yo, a pesar de no ser demasiado alto, y había cogido la costumbre de llamarme pequeña.- ¿Will duerme?
-Profundamente.- Contesté tirando de su brazo hasta sentarlo junto a mi en el sofá.- Me alegro de verte, feliz aniversario.
-¿Me has comprado un regalo?
-¿Me has comprado tu uno a mi?
Nelson dejó salir una carcajada y puso mis piernas sobre su regazo.
-Quise comprar una estrella más bonita que tus ojos, pero no existe tal cosa.- Dije estirando una mano para acariciar sus mechones castaños que ya empezaban a crecer.
-Que casualidad.- Contestó Nelson.- Por que yo he estado buscando un sol capaz de iluminar mi vida más que la mujer que me robó el corazón, pero tampoco existe.
-Vaya.- Mi mano bajó desde su pelo hasta su mejilla -Esa mujer debe ser realmente maravillosa.
-Pero siempre la interrumpo en la mejor parte del libro.
-Te odio.
-Yo te odio más.- Nelson se tiró sobre mi como un lobo que cae sobre su presa.
-Hola papá. No hay necesidad de hacerme un hermanito, gracias.
-¡William!- Nelson se levantó y abrazó a su hijo.- ¿Ya me echabas de menos?
-Hola papá- repitió William.- Esta vez no has desaparecido tanto tiempo.
-¿Y qué es eso de que no quieres un hermanito?- Preguntó Nelson fingiendo indignación.- Estabamos a punto de hacerte tres.
-Por favor, Nelson.- Dije riendo.- No habrá ningún hermanito, Will.
-Pues al menos ofréceme un buen desayuno.
-Sentaos los dos y ni se os ocurra hablar mientras coméis el mejor desayuno de vuestras vidas.
Padre e hijo desayunaron juntos y después Nelson nos contó donde había estado y que había visto en su ausencia. No hubo ningún regalo, ni ninguna "celebración especial". Pero para nosotros era especial estar todos juntos por que rara vez pasaba. Fue un día precioso, y cuando desperté a la mañana siguiente volví a sonreírle a la almohada vacía a mi lado que aun conservaba el olor del hombre con los ojos mas bonitos del mundo.




Y FIN.

Es muy cursi, ¿no? Pero bueno, la primavera y tal. ¡He de irme!

*Katckya es, por decirlo de alguna manera, mi inspiración, con "forma" de hada o algo así, os la describo por que me apetece: 10 cm. de altura, pelo rubio y corto, un poco estilo Naruto, piel verde y piernas con piel de reptil, por así decirlo, dobles alas plateadas de 7 cm. Podríamos decir que le gusta fastidiar a los demás, sobre todo a mi, pero yo siempre la busco.