sábado, 29 de abril de 2017

Spark

La peor llamada telefónica. El peor momento.
No puedo asimilarlo aún.
A veces equivoco y te nombro en presente.
El otro día llegué a casa esperando verte donde siempre.
Y no entiendo qué pasó.
Sé que no importa, que no van a cambiar las cosas.
¿Podríamos haber hecho algo?
Pero fuiste feliz, ¿verdad?
Fuiste amado. Fuiste rey.
No, sigues siendo el rey.

A story

Sé que nos hemos destrozado.
Que estás harta de nosotras.
Lo supe porque lo dijiste, sin piedad.
Sabía que no estábamos bien, pero aún así quería intentarlo.
Nunca lo dije. Tengo una lista de lugares en los que pedirte matrimonio.
De vez en cuando me permitía soñar con ello.
Me permitía olvidar las peleas.
¿Por qué tiene que ser así?
Lo peor fue que lo dijiste antes de irte.
Aplastando el último fragmento de mi corazón con tu tacón de aguja.
Y yo también te quiero.

A love story.

lunes, 17 de abril de 2017

Autobiografía.

He intentado escribir la más borrosa de todas mis historias y me ha explotado en la cara. Sin piedad.

Las cosas que no digo.

Son las cosas que espero que sepas.
Las que espero que todos sepan.
Lo que grito por dentro.
Lo que no quiero admitir.
Las cosas que me avergüenzan.
Las cosas que escondo.
Lo que no me conviene.
A veces, lo que me conviene.
Lo que quiero.
Lo que siento.
La historia detrás de mi historia.
El nombre de mi mejor amigo.
Lo que me enfada.
La verdad, aunque intento cambiarlo.

martes, 4 de abril de 2017

Caravan

Quería hacerlo.
Quería correr y arrancarte las alas con las que huías de mí.
Quería derribarte, encarcelarte y torturarte.
Quería arrebatarte la vida y la libertad.
Quería ponerme tus ropas y vestir tu rostro.
Quería ser tú.
Quería que experimentases la crueldad de ser quién soy.
Si tan solo fuera tan fácil como lanzarme contra ti y quedarme con todo lo que es tuyo.
Pero no, cuando lo hice no sirvió de nada.
¿Por qué sigues siendo libre?
A pesar de todos mis esfuerzos.
A pesar de que he intentado condenarte a llevar mi vida.
A pesar de que todos pensaron que eras tú cuando era yo.
He pasado ya mil noches intentando averiguar como es posible.
Tú, reducido a nada en una celda olvidada sigues siendo más libre que yo caminando al fin en el exterior.
Y esta, la última noche, temo haber descubierto la verdad.
Por mucho que te encierre, nunca podré quitarte tu libertad.
Y por mucho que corra, nunca conseguiré ser libre.
Nunca conseguiré ser como tú.
Así que aquí es donde me despido. Aquí es donde nos libero a los dos, hermano.
Aquí es donde tu vida sigue y la mía termina.
Porque mi única libertad es la muerte.