miércoles, 30 de marzo de 2016

C.

Es la hora. Gracias a todos por venir. Lo que hoy voy a contarles sin duda les dejará sin palabras. Tomen asiento, por favor, pónganse cómodos. Tal vez nos alarguemos, espero que no tuviesen nada importante que hacer hoy. Y si así es, mucho me temo que no va a ser posible que acudan a ese importante evento. No me mire así, señor. Deberían haberlo previsto. Oh, cierto, no puse nada de eso en la invitación. ¿Pero saben qué? Tampoco puse en la invitación que alguno de ustedes fuera a sobrevivir. ¿Quiere gritar, señora? No sé preocupe, nadie puede escucharla, estamos demasiado alejados de todo. ¿De verdad creían que iba a ser una agradable charla sobre medio ambiente? Por favor, no soy green peace. Ahora relájense, por favor. Su carne será más tierna si están calmados. Vamos, saben tan bien como yo que todos ustedes van a morir, ¿no pueden al menos relajarse en sus últimos minutos? Harían esto más agradable para todos. Señor, por favor, no haga caso al cuchillo, mire las vistas que se extienden ante usted ¿no le parecen preciosas? Si se concentra en ellas tal vez no sienta tanto dolor. ¿Sabe? Tiene usted una mano deliciosa. ¿Qué? Vamos, no llore. ¿De qué le va a servir ahora? Solo dará un sabor más salado a sus mejillas. Lo mismo va para el resto de ustedes. Vamos a estar aquí unos cuantos días, algunos vivirán más. No se preocupen, les daré bien de comer. Soy el primer interesado en que permanezcan sanos. Además, les he traído libros para que se entretengan. He pensado en todo.

martes, 29 de marzo de 2016

B.

Cuando era pequeña y todo esto empezó, era capaz de controlarlo. No había mundos y podía albergar en mí aquellos torpes personajes. Con la creación de Candia las cosas empezaron a volverse más grandes y con Nelson todo escapó a mi control. Ni siquiera tengo claro hasta que punto conozco Aixelf. Todos los personajes que he creado desde entonces se han desarrollado sin siquiera consultármelo. Así que me he visto en la obligación de construir un castillo, una fortaleza donde poder abarcarlo todo. Un mundo que conecte todos mis mundos a través de la sala de las puertas. Y para bien o para mal no dejan de aparecer más y más puertas.

A.

El amor puede ser malinterpretado, encerrado y censurado, pero no será puro ni completo. Por algún motivo, nos empeñamos en idealizarlo o juzgarlo. Pero no es más que un sentimiento que no tiene porqué ser compartido. No es una botella de agua de la que puedas beber y que se conserve siempre en tu nevera sin necesidad de cuidados. El amor puede hacerte sufrir, sea o no correspondido. Y puede enseñarte. Las relaciones no se mantienen solas, el amor cambia y evoluciona y puede morir, también necesita ser cuidado. El amor no aparece de la noche a la mañana, no se da por arte de magia. El amor, el que es real - no todo ese rollo surrealista del bebé en pañales - es como una planta. Crece, poco a poco, más bello con los cuidados correctos. Puede enfermar, pueden morirse sus hojas y ante el olvido puede perecer. Y al igual que una planta, bien cuidado, puede ser hermoso. Puede ser maravilloso y puede ser horrible. Puedes luchar por él o dejarlo ir ante el primer obstáculo. Puede ser acogedor o aterrador. Pero muchas de estas cosas que pueden ser o no ser, dependen de tu disposición. Porque puedes estar dispuesto a amar o no. Pero los más importante del amor, es que puede traspasarlo todo. Puede ser tu salvación. Y si nunca has tenido el valor de afrontarlo o la dicha de conocerlo, no permitas que eso te impida dejar que cada cual tome sus elecciones y respetarlas.

lunes, 21 de marzo de 2016

8/3/2016

Hoy he aprendido que después de una recaída, lo mejor es un día tan maravilloso como el de hoy.

jueves, 10 de marzo de 2016

Oye, tú.

Voy a ser quien te rompa las entrañas esta noche. Quien te robe el sueño y la almohada. Voy a irrumpir en tu noche calmada como si no existiera el maldito mañana. Vas a agradecerme, con las ojos brillando llenos de locura, que haya desecho tu alma. Pasarás esta noche y otras mil más buscando mi olor entre mantas. Y tal vez, alguna otra noche, vuelva a arañarte la espalda.

jueves, 3 de marzo de 2016

Grullas de papel.

Ha sido un día de esos que son autodestructivos, de los que tengo que apartarme las piedras del camino. DE los de hacer otras quince grullas de papel y no llegar nunca a mil. La de hoy ha sido verde, en un desesperado intento de que se convierta en la esperanza que necesito o en alguna de las metas que he perdido hoy. Qué frágiles son los días. Acaba de caer sobre mis hombros otra derrota. No sé si no puedo o no quiero permitirlo, tal vez sea una mezcla de ambas. Sé que no puedo tenerlo todo, pero eso no me impide intentarlo. ¿Qué pasaría si hoy, en las horas que quedan de día, triunfase en algo? Porque aún tengo tiempo. Están sonando esas canciones que me impiden dejarlo ahora, y la grulla de hoy me ha quedado casi perfecta. Maldita sea, aún tengo tres horas para triunfar en algo hoy.