domingo, 3 de noviembre de 2019

Noviembre

Este noviembre me había propuesto hacer lo que ningún otro noviembre había imaginado. Pero tan solo he logrado dos días y medio de vacío. Sabía que me había desgastado, que llevaba siglos oxidada, pero no imaginaba hasta qué punto. Ahora ni siquiera puedo escribir un principio, no sé cómo comenzar, todas mis viejas ideas parecen polvorientas y melladas. Al menos me queda encontrar consuelo en el estrés que este mes me promete, y contar con que esa distracción sea suficiente para olvidarme, al menos por ahora, de que estoy tan deshecha que casi no llego a persona.