martes, 28 de octubre de 2014

Bachillerato ¿y qué más?

La mayoría de la gente a estas alturas ya tiene claro lo que va a hacer, o por lo menos lo que le gustaría hacer.
Bien. Yo no soy de esa mayoría.
No tengo ni idea de que haré cuando termine bachillerato. Bueno, últimamente hay algunas opciones que no me desagradan tanto como otras, pero no terminan de gustarme tampoco. Hasta el curso pasado no le di demasiada importancia pensando que aún me quedaba tiempo para pensar en ello, pero cada vez hay menos tiempo. Es algo agobiante.
A lo largo de tu vida te preguntan muy a menudo eso de "¿Qué quieres ser de mayor?". Creo que de pequeña contesté veterinaria, como la mayoría de los niños contestaban, nos gustan los animalitos, eso está claro. Luego me vino la etapa de querer ser escritora, pero, siendo realistas, a los buenos escritores ya  les cuesta ganarse la vida escribiendo, para mi sería imposible, o altamente improbable. Cuando me hicieron la pregunta en primero de la eso mi respuesta fue que quería estudiar derecho, ¿por qué? había oído que los jueces y abogados cobran bien. Otra opción que pasó por mi cabeza fue estudiar idiomas, la idea de hablar distintos idiomas me gusta y tal vez eso podría permitirme hacer traducción más adelante, pero esa idea también fue descartada. Y hace no mucho empezó a pasar por mi cabeza el mundo de la edición de libros, pero no quiero estudiar fuera y no estoy segura de si realmente me gusta. Tal vez le veo demasiadas desventajas a todo.
Así que la pregunta aún sigue dando vueltas en mi cabeza, con un "tic, tac" de fondo que no es precisamente tranquilizador.
Sería genial si me dieras, no sé, algo así como una semana de prueba en todas las opciones que tengo, así decidir sería mucho más fácil.

domingo, 19 de octubre de 2014

Algo


Era una sombra negra, hecho de trozos de las noches más oscuras y brillantes que existieron. Su sonido era el silencio más hermoso que nunca escuché. Recuerdo sus escondites, lugares a los que nadie más se atrevía a llegar. Era libre. Y murió libre.

A veces intento escribir "poesía", no suele salir bien.

Creció el patito
y se convirtió en cisne;
creció el príncipe
y se convirtió en bestia;
¿Qué pasará
cuando yo crezca?
 
Algo hermoso
puede tornarse horrendo;
algo horrendo
puede tornarse hermoso.
¿Acaso puede "algo"
ser ambas cosas a la vez?
 
Si se vive mirando al cielo
mientras pisamos el suelo;
¿miraremos el suelo
cuando pisemos el cielo?
Pero, ¿pisaremos alguna vez el cielo?
¿querrá alguien dejar de pisar el suelo?
 
 


Las bolsitas de chuches

Para cumpleaños, navidad, Halloween, etc. siempre hay bolsitas o cajitas de chuches, con varias chucherías: regalices, piruletas, corazones, chicles de melón y bla bla bla y siempre (o en todas las que he visto) meten una bolsita de "snacks" ¿Por qué? No son dulces, ¿Le gustan al alguien? Por que e los ofrezco a todo el mundo y siempre los rechazan "A mi tampoco me gustan". ¿Por qué demonios meten eso ahí? No pinta nada, es lo que más espacio ocupa, y no pinta nada. Deberían meter cinco piruletas más es su lugar y aún sobraría espacio. Los "snacks" me indignan.

martes, 14 de octubre de 2014

Y lo escrito en la agenda.

Se paró en medio del vagón y la miró a los ojos. El mundo entero dejó de existir. Sus almas conectaron inmediatamente, como si no hubiera pasado el tiempo. Y dejaron que los invadiera la esperanza, a pesar de saber que esa esperanza los destruiría. Y él avanzó un paso, con una sonrisa que tenía prohibido mostrar. Una sonrisa que desapareció al no verse reflejada en el rostro de ella. Y el brillo de sus ojos la delató. Había perdido la esperanza en el mismo instante es que se sintió invadida por ella. Y las lágrimas rodaron por sus mejillas a cada paso, mientras le quitaba la vida. Y él la amó al morir entre sus brazos. La amó como prometió que no lo haría. Y sus ojos se cerraron para siempre.

El retorno del cuaderno verde

Este curso el cuaderno verde ni siquiera ha estado en la mochila por que me dije que debía dejar de escribir en clase. Pero tras un par de días de dibujar en la mesa y de escribir en los días vacíos de la agenda, creo que señor cuaderno verde debería volver a la mochila, solo por si acaso. Es mejor que escribir el la agenda, mucho más privado, supongo. Meh.
Ahora él está contigo.

domingo, 5 de octubre de 2014

Canción del pirata - José de Espronceda

Con diez cañones por banda,
viento en popa, a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín.
Bajel pirata que llaman,
por su bravura, el Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín.

La luna en el mar rïela,
en la lona gime el viento,
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y va el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
y allá a su frente Stambul:

«Navega, velero mío,
sin temor,
que ni enemigo navío
ni tormenta, ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.

Veinte presas
hemos hecho
a despecho
del inglés,
y han rendido
sus pendones
cien naciones
a mis pies.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

Allá muevan feroz guerra
ciegos reyes
por un palmo más de tierra;
que yo aquí tengo por mío
cuanto abarca el mar bravío,
a quien nadie impuso leyes.

Y no hay playa,
sea cualquiera,
ni bandera
de esplendor,
que no sienta
mi derecho
y dé pecho
a mi valor.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

A la voz de «¡barco viene!»
es de ver
cómo vira y se previene
a todo trapo a escapar;
que yo soy el rey del mar,
y mi furia es de temer.

En las presas
yo divido
lo cogido
por igual;
sólo quiero
por riqueza
la belleza
sin rival.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

¡Sentenciado estoy a muerte!
Yo me río;
no me abandone la suerte,
y al mismo que me condena,
colgaré de alguna entena,
quizá en su propio navío.
Y si caigo,
¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di,
cuando el yugo
del esclavo,
como un bravo,
sacudí.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

Son mi música mejor
aquilones,
el estrépito y temblor
de los cables sacudidos,
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones.

Y del trueno
al son violento,
y del viento
al rebramar,
yo me duermo
sosegado,
arrullado
por el mar.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.»

De hilos rojos y otros rojos

No es que valga la pena, es que no hay pena. Es alegría, felicidad, emociones y sentimientos nuevos. Es un rayo de luz, la primera esperanza desde hace mucho, es el olor, el pensamiento, el tacto, la espléndida visión. La necesidad incesante de más, la respiración relajante, los latidos, los suspiros. Las ganas de ser, estar y dar. El lenguaje secreto, el tono de voz. La eternidad. Es todo, y mucho, mucho más.

Más y más fragmentos perdidos

Y entonces su alma volvió a desgarrarse, produciéndole un dolor abrasador. Y de ese dolor surgieron sus alas, dos alas negras que la arrastrarían al infierno.
 
***
 
No había solución posible, ya era muy tarde, sus alas habían crecido completamente. Espléndidas, pero diferentes. Un ala de ángel y otra de demonio. Los opuestos en un solo ser. Como un castigo. Aquellas alas jamás podrían volar, estaba condenada a añorar los cielos. Nunca encontró su camino. Nunca pudo volar. Nunca. Se le dio un castigo eterno. Eternamente sola. Eternamente incomprendida. Eternamente odiada.
Cada lágrima que derramaba hacía arder todo lo que tocaba. Cada paso que daba le procuraba un desgarro del alma, pero no podía detenerse. Un interminable y doloroso castigo. ¿Por qué? Ni siquiera estaba segura de ello. Era un monstruo invisible. El aliento de una guerra. La prueba de lo prohibido. Era luz y oscuridad. Su alma y su cuerpo, ambos luchaban. La paz no era una opción. Ni para ella, ni para ellos.
 
***
 
El pánico se extendía por sus venas como el más letal de los vennos. Estaba atrapada. No sabía quien era ni donde estaba. Pero no veía la salida, y sentía miedo. ¿Por qué? ¿Por que sucedía aquello? ¿Quién era ella? ¿Qué hacía allí? ¿A dónde debía ir? Estaba asustada, y no veía ninguna salida.
 
***
 
Y me reiré. Me reiré hasta que todas mis cicatrices se abran nuevamente, y seguiré riendo mientras las sangre huya de mi cuerpo.
 
***
Podríamos volver al pasado, borrar todos nuestros errores, todos los momentos incómodos, humillantes y vergonzosos, las experiencias tristes y las horribles, pero, entonces ¿En quién nos convertiríamos? Por que, al fin y al cabo, son todas esas cosas las que nos han hecho ser quienes somos ahora.

Una vez en una hoja amarilla de papel con rayas verdes
escribió un poema
Y lo llamó <Chops>
por que así se llamaba su perro
Y de eso trataba todo
Y su profesor le puso un sobresaliente
y una estrella dorada
Y su madre lo colgó en la puerta de la cocina
y se l leyó a sus tías
Ese fue el año en el que el Padre Tracy
llevó a todos los niños al zoo
Y les dejó cantar en el autobús
Y si hermana pequeña nació
con las uñas de los pies diminutas y sin pelo
Y su madre y su padre se besaban mucho
Y la niña de la vuelta de la esquina le envió una tarjeta de San Valentín firmada con una fila de x
y él tuvo que preguntarle a su padre que significaban las x
Y su padre siempre le arropaba en la cama por la noche
Y siempre estaba ahí para hacerlo

Una vez en una hoja blanca de papel con rayas azules
escribió un poema
Y lo llamó <Otoño>
por que así se llamaba la estación
y de eso trataba todo
Y su profesor le puso un sobresaliente
y le pidió que escribiera con más claridad
Y su madre nunca lo colgó en la puerta de la cocina
por que estaba recién pintada
Y los niños le dijeron que el Padre Tracy fumaba puros
y dejaba colillas en los bancos de la iglesia
Y a veces las quemaduras hacían agujeros
Ese fue el año en que a su hermana le pusieron gafas
con cristales gruesos y montura negra
Y la niña de la vuelta de la esquina se rio
cuando él le pidió que fuera a ver a Papá Noel
Y los niños le dijeron  porqué
su madre y su padre se besaban mucho
Y su padre  nunca lo arropaba en la cama por la noche
Y su padre se enfadó
cuando se lo pidió llorando

Una vez en un papel arrancado de su cuaderno escribió un poema
Y lo llamó <Inocencia: una duda>
por que esa duda tenía sobre su chica
Y de eso trataba todo
Y su profesor le puso un sobresaliente
y lo miró fijamente de forma extraña
Y su madre nunca lo colgó en la puerta de la cocina
porque él nunca se lo enseñó
Ese fue el año en que murió el Padre Tracy
Y olvidó como
era el final del credo
Y sorprendió a su hermana
enrollándose con uno en el porche trasero
Y su madre y su padre nunca se besaban
ni siquiera se hablaban
Y la chica de la vuelta de la esquina llevaba demasiado maquillaje
Que le hacía toser cuando la besaba
pero la besaba de todas formas
porque tenía que hacerlo
Y a las tres de la madrugada se metió él mismo en la cama
mientras su padre roncaba profundamente

Por eso en el dorso de una bolsa de papel marrón
intentó escribir otro poema
Y lo llamó <Absolutamente nada>
Por que de eso trataba todo en realidad
Y se dio a si mismo un sobresaliente
y un corte en cada una de sus malditas muñecas
Y lo colgó en la puerta del baño
por que esta vez no creyó 
que pudiera llegar a la cocina





Fuente: Las ventajas de ser un marginado - Stephen Chbosky