lunes, 10 de noviembre de 2014

Tic, tac y gatos

Tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac

En la habitación sólo se escuchaba el lento pasar de los segundos, aunque, prestando mucha atención, bajo aquel sonido pesado e impaciente podía escucharse la suave respiración de un gato, que dormía acurrucado cómodamente sobre la cama.

Tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac

Al sonido del reloj se sobrepuso el de unas pisadas, cada vez más cercanas, después el movimiento de una silla con ruedas, precediendo a la música de las teclas. 
Tal vez fue ese nuevo sonido el que despertó al gato. Alzó la vista, con los ojos entreabiertos, miró a la persona sentada frente a él y volvió a acomodarse, esta vez con la cabeza sobre la almohada. 

Tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac

Más allá de los segundos y las teclas, en el pasillo, otros dos sonidos se mezclaban. Desde arriba, tras la última puerta del pasillo el sonido de personas hablando desde la pantalla de un teléfono móvil. Desde abajo, las voces de dos personas y el murmullo de la televisión encendida.

Tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac

El gato seguía dormido, ajeno a los sonidos que aparecían y desaparecían rápidos, como la risa suave del fondo del pasillo, o el vibrar de otro móvil contra la madera del cajón. No le molestaban los segundos ni las teclas. Ni siquiera el caótico sonido de los pensamientos de la persona frente a él.

Tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac

Todo lo que el gato había hecho aquel día, como muchos otros, había sido aquello mismo, dormir. También había comido y recibido cariño, y quizá hubiera jugado un poco con la gatita con la que vivía. Tal vez hubiera molestado al perro, o al otro gato, más grande y gruñón que él.

Tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac

Parecía cómodo durmiendo. Parecía cómodo siendo un gato. Y a la persona sentada frente a él le alegró que estuviera cómodo con aquella vida. Era un gato feliz. Los gatos hacen felices a las personas. Así que la persona sentada frente a él fue doblemente feliz, triplemente feliz.

Tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac

2 comentarios:

  1. Iba sobre que me apetecía escribir, y no estaba inspirada y mi gato me había quitado el sitio en la cama y me gustan los gatos ewe

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