jueves, 28 de mayo de 2015
Tengo un problema
Mi problema son los libros. Quiero llenar los huecos que no existen en mi estantería. La pobre ya está bastante llena, es cierto que en ella no caben más libros (además, las dos baldas inferiores guardan más cosas a parte de libros) pero... Tanto ella como yo sabemos que aunque no haya espacio, los necesitamos. ¿Qué? No es culpa mía. Son ellos, los escritores. Que un buen día deciden sacar un libro que a mis ojos parece maravilloso y que despierta ese sentimiento de querer leerlo a toda costa. Y entonces es cuando, un buen día, paso por delante de una librería y decido entrar. La mayor parte de sus estanterías gritan mi nombre, todos los libros ruegan que cargue su peso en mi mochila y los lleve a casa. Y siempre nos separa la maldita etiqueta con el precio. Tienes que elegir uno entre cientos. Oh, eso también resulta horrible. Porque tal vez tenga la intención de ir a por un libro en especial, pero entonces uno que no conocía me llama suavemente, con una voz seductora y me hechiza de tal modo que lo llevo a casa sin pensarlo. Esto no hace más que aumentar la lista de mis libros deseados. Para cuando consigo uno, diez, veinte, cincuenta más tratan de seducirme.
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Te entiendo perfectamente, además acabas empezando sagas eternas que no hacen más que alargar la lista de libros pendientes hasta el fin de los dias
ResponderEliminar¡Exactamente! Y al final siempre se acumulan libros de distintas sagas incompletas, que tienes sólo el primero o algo así y es demasiado triste.
ResponderEliminarPero esos retazos de historias incompletas son las que forma tu propia historia
ResponderEliminarme he dejado una n XD
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