Ya no me acuerdo

 Me balanceo constantemente entre la suerte de la normalidad y el miedo de los traumas. 

La mayor parte de los días lo llevo bien. Luego hay algunos en los que la realidad me da de golpe en el corazón y vuelvo a sentirme como cuando tenía 11 años y el mundo entero cargado en los hombros. ¿Qué se hace cuando alguien a quien quieres está siendo tan cruel que aunque no sea contigo sangras igual? ¿Qué se hace cuando sabes que no puedes decirle nada porque tiene el mundo entero en los hombros y no podrá soportar ni 10 segundos más? 

Esta vez sí elegiría cargar yo con el mundo.

¿Cómo gestiono el echar de menos algo que nunca he tenido?

¿Cómo gestiono todos mis conflictos sobre si debo perdonar o no? ¿Sobre si quiero perdonar o no? Cambio de opinión cada vez que cambia mi registro de recuerdos y me preocupa la frecuencia con la que eso pasa.

¿Qué hago cuando se ha roto lo que solía ser perfecto?

¿Cómo actúo cuando los cambios me afectan hasta este nivel y siento que la única solución es fingir hasta adaptarme?

Y a veces siento que ya estoy cansada. Que estoy tan cansada que no quiero pasar más tiempo de mi vida en situaciones en las que no quiero estar.

Pero sigo cediendo por los demás, o por la idea que creo que tienen de cómo debería actuar. Y me siento de papel y de mentira.

¿Por qué no puedo arreglar nada?

Drupal

 Ha pasado mucho tiempo. Otra vez.

Estaba en la calle cuando me han entrado las ganas de escribir y se me ha encendido la chispa. Pero ahora, sentada frente al ordenador, me doy cuenta de que no he conseguido conservarla.

Pero quería hablar de muchas cosas. De cómo la vida es tremendamente complicada. A veces miro con nostalgia al pasado, concretamente a esos buenos cuatro años en los que mi vida era un desastre y fantaseaba constantemente con desaparecer mientras soportaba el peso de dos mundos en mis hombros. Era horrible. Pero tenía a mi lado a gente a la que nunca podré dejar de querer, personas increíbles que sin saberlo me salvaron la vida. Hoy paso meses sin verles y ni siquiera hablamos todos los días. Mi vida ha dado un cambio brusco y ahora lucho por ella y mis fantasías han cambiado, pero aunque la perspectiva del futuro ha mejorado y la mayor parte de los días incluso me atrevo a decir que soy feliz, ahora mi rutina son otras personas. Entiendo que no puedo quejarme, porque he encontrado en otros brazos un lugar seguro, he profundizado en otras amistades y he tomado otras costumbres. Tiendo a pensar que no soy de esas personas que echan de menos - aunque a veces me sorprenden mis propias lágrimas de nostalgia - pero echo de menos las horas de risas, confidencias, juegos y trabajos en el suelo de mi cueva personal. No quisiera volver a vivir ahí porque la vida cambia y avanza y mis esquinas se me han quedado pequeñas. Pero volvería con los ojos cerrados a pasar una noche más así. Sé que ya nunca será igual, al menos no exactamente igual. Pero quiero guardar siempre estos recuerdos en un baúl especial. Todo el mundo tiene sus defectos y sé que tiendo a idealizar lo que teníamos. Pero, ¿Cómo no voy a idealizarlo? Es difícil no poner en un pedestal aquello que fue tantas veces mi motivo de seguir adelante.

Sé que soy un desastre. En realidad como amiga me considero regular, me cuesta sacar tiempo y no me gusta salir de mi zona de confort. Así que considero todo un logro aquellas salidas. Y recuerdo con amor vuestra paciencia y apoyo. Ojalá haya podido daros yo al menos la mitad de lo que me habéis dado.

Supongo que por mucho que creyese que todo iba a seguir igual al final cada vida tiene su ritmo y cuando son distintos no se puede coincidir con tanta facilidad. Y no me molesta, no lo echo de menos de esa forma. Pero me da pena que eso pueda diluir la relación, me da miedo que se levanten muros que antes no estaban, porque no quiero que seamos extraños, aunque pasen los meses y los años. Y es parte del motivo por el que no quiero deshacerme de la identidad que nos une, y es parte del motivo por el que siendo orgullo de la misma.

Voy a dejarlo estar, porque empiezo a sentirme ridícula habiendo llorado tanto por lo mismo cuando siempre me habéis recibido con los brazos abiertos. Gracias.

The Horror!

Today I'm writing about a different kind of horror.

Because today I started re-reading all those texts, and I had to stop. Even tho it's been YEARS, and I'm better now, and I can actually say that I'm happy, it still hurts so fucking much to see how easily you manipulated me, how shamelessly you hurt me. And I read, in horror, all those long conversations, blaming me for everything, pushing me into that horrible roller coaster of blame, emotional blackmail, twisted love and all that fucking shit.

Demanding so much of me, blaming me for not caring while you kicked me to the floor and I had to keep a good face on, cause that's what I've always been taught. You knew all my weaknesses, and you played with them. And I get it, you were hurt too. But why do I always have to get it? Why is it me the one who always has to be empathic? Why can't I be selfish without being the bad guy in the story?

I got so fucking tired of keeping everyone alive while I was sinking.

And I'm so mad. And I think I would be in the right if I just told you to go fuck yourself, but I don't, because I'm such a good girl. And it's so fucking exhausting. And yes, I might be the bad guy in your story. But I'm okay with it. And I know you still hold things against me.

But how convenient it is that the only thing you seem to have forgotten is one of the worst things you ever did to me? Oh, how you loved to talk about trust and sincerity. But wait, you didn't forget because the one time I had the courage to talk about it you scolded me instead for that one time. So full of shit. So good at knowing how to manipulate me.

So yeah, you became one of the horrors of my brain, one of the fears. While you casually keep popping in to ask silly advice, I idiotically offer it as if we were old pals. But I don't want to be pals. If it weren't for the rest you wouldn't be in my life in any form, or that's what I'd like to think. And I don't want you fucking reading this like you did my diary, so keep the hell out. You cannot be here anymore.

Now I don't care. I don't fucking care right now. You will not have the right to reproach me for anything again, 'cause if you do I'll come for you.

A bit of advice

 

So, it's been a while since I was here – again–.

I wanted to come back, at least in April.

Today's prompt is "a bit of advice". I don't know what to write about, what advice could I give anyway? I have no aspirations or ambitions anymore. Unless you count not being miserable. I just try to keep living, without the burden of my own sadness. So, what advice could I give? Go to therapy, let go of the things - the people - that harm you? that just feel like a Mr. Wonderful diary.

But that's what worked for me so I guess it couldn't help to try.

At least I'm happier. And yes, there are still days when I cry without reason, when I can't get myself out of bed, even now. But things are better.

So try and surround yourself with the good things, the people that keep you safe and warm. It won't be easy, but it'll get easier with time. And time will also give you a sense of clarity.

It hurt a little to realize some things. Like that I'm not special to the eyes of the world – but I am to the eyes of someone I really care about and that's quite better–, that I don't have some big destiny to fulfil – but I do have a duty to myself of keeping me alive and well and not terribly sad all the time–, that I don't fit in the mold I was taught to grow – but I fit here–.

Find your own seed of peace, nourish it, and keep on going.

it's been a while

– I almost never think about you, Fi. And I haven't seen her in so long I can't even remember what she looked like.

– Nobody here is angry at you. 

– Well, some of them are. I know they are. 

– Not me. 

– Not you – I smile–. I know you won't ever be... I'll try to come back sooner.

He smiles, a sad smile, but with loving, calming eyes. He has that effect. He is that loving, nurturing, protecting feeling. He's the keeper of my world, or at least part of it. 

– I'll be waiting.