Me balanceo constantemente entre la suerte de la normalidad y el miedo de los traumas.
La mayor parte de los días lo llevo bien. Luego hay algunos en los que la realidad me da de golpe en el corazón y vuelvo a sentirme como cuando tenía 11 años y el mundo entero cargado en los hombros. ¿Qué se hace cuando alguien a quien quieres está siendo tan cruel que aunque no sea contigo sangras igual? ¿Qué se hace cuando sabes que no puedes decirle nada porque tiene el mundo entero en los hombros y no podrá soportar ni 10 segundos más?
Esta vez sí elegiría cargar yo con el mundo.
¿Cómo gestiono el echar de menos algo que nunca he tenido?
¿Cómo gestiono todos mis conflictos sobre si debo perdonar o no? ¿Sobre si quiero perdonar o no? Cambio de opinión cada vez que cambia mi registro de recuerdos y me preocupa la frecuencia con la que eso pasa.
¿Qué hago cuando se ha roto lo que solía ser perfecto?
¿Cómo actúo cuando los cambios me afectan hasta este nivel y siento que la única solución es fingir hasta adaptarme?
Y a veces siento que ya estoy cansada. Que estoy tan cansada que no quiero pasar más tiempo de mi vida en situaciones en las que no quiero estar.
Pero sigo cediendo por los demás, o por la idea que creo que tienen de cómo debería actuar. Y me siento de papel y de mentira.
¿Por qué no puedo arreglar nada?
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