sábado, 11 de febrero de 2017
Empezar de cero.
Quiero hacerlo. Tratar de olvidar nuestro fatídico pasado y empezar de cero. Pero no sé bien cómo hacerlo contigo. Siempre me han dicho que me parezco a ella en el físico y a ti en el carácter, que a veces pongo la misma voz que tu hermana. ¿Sabes? He tratado de revelarme contra ello desde hace años, porque no quería parecerme al tú que te has dejado ser. Porque yo sé que podrías haber sido mucho, muchísimo más. Sí, me duele, porque si hubieses querido de verdad luchar por un nosotros tal vez habrías sido otra persona, tal vez habrías seguido siendo mi padre. Y sí, ahora eres ese hombre cuya sangre corre por mis venas y del que he heredado partes de mí. Ahora está sonando esa canción que convertiste en mi favorita mientras conducías. A veces echo de menos los momentos en los que te hablaba y tú usabas alguna de mis palabras para ponerte a cantar en vez de responder, echo de menos verte silbando en la cocina y sonriendo de verdad, echo de menos verte sobrio y de buen humor, echo de menos cuando dibujabas las invitaciones de mi cumpleaños o los sobres de mis cartas para papá noel. Echo de menos el sentimiento de tener un padre, aunque ahora tenga algo parecido. Sé que fui yo, para sorpresa de todos, quien estalló y te apartó al fin de nosotras. Tal vez pienses que fue sencillo, pero fue de lo más difícil que he hecho en mi vida. Sé que no eres plenamente consciente de todo lo que has hecho, de las veces que he reprimido mi miedo para salvarte el culo, de las madrugadas que hemos pasado al teléfono porque tú no estabas ahí. Eramos niñas, tal vez lo olvidaste, necesitábamos un padre que nos protegiese, no uno al que proteger y del que protegerse. Y de verdad que confío en que podamos volver a tener una mínima relación, porque aún quiero ayudarte. Pero no quiero volver a tener que largarme de un bar del pueblo porque no has sido capaz de controlarte y has tratado de reprocharme a mí el haberme distanciado de tú familia. ¿Por qué tenemos que ser nosotras quienes nos esforcemos por mantener el contacto con tu familia? Tal vez, si hubiésemos sentido amor por su parte no lo veríamos como una obligación o algo que llevar a cabo por pena. Además, tú no tienes derecho a reprocharme nada, a ninguna de las dos. Porque sí, echo de menos al padre que solías ser cuando todo en tu cabeza iba bien, pero no creas que he olvidado todo lo que has hecho. Mis ojos han tenido que ver cosas que ninguna niña debería ver, he escuchado cosas que ninguna niña debería escuchar jamás y nos has hecho pasar por momentos por los que nadie merece pasar siendo un niño. No puedes soltarme un reproche y pretender ganar esa batalla o no enfurecerme. Te he dado cientos de oportunidades a lo largo de mi vida, y quiero darte más, pero al menos deberías intentar apreciarlas. Solo te pido cordura. Porque necesito que la tengas.
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