martes, 6 de diciembre de 2016

Derecho a quejarse.

La gente te decepciona. Todo el mundo, de una forma u otra. Solo que algunas de esas decepciones no importan tanto como otras. Todo el mundo es hipócrita alguna vez, algunos más, algunos durante más tiempo. Tú mismo, has decepcionado, has sido un hipócrita. Empecemos por aceptarlo. Podemos quejarnos de los demás, porque nos fallan. Pero también se quejarán de nosotros cuando no estemos escuchando. Porque seguro que nosotros, aunque no lo veamos, también le hemos fallado a alguien. No podemos ser perfectos, nadie puede. Tenemos todo el derecho a quejarnos, aunque para eso podríamos esperar a intentar ser un poquito mejores de lo que somos ahora.

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