No hablemos de cómo creemos que seguimos entendiendonos, cómo creemos ya no comprendernos.
Ignoremos el hecho de que nos evitamos a propósito porque nos atraemos por accidente.
La verdad es que te he odiado a los cuatro vientos mientras te quería en la brisa.
Supongamos que no sabes nada al respecto, que ignoras que cuando soy débil alargo mi camino con la esperanza de enredarme en el tuyo.
Quiero decirte mil verdades y todas sus mentiras.
Y al mismo tiempo me muero por alejarme de ti y que nunca me encuentres.
Pero que me encuentres.
Mejor no hablamos de todas las cosas que no voy a contarte.
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