sábado, 25 de julio de 2015

Qué

Las montañas rusas me marean. Y yo misma soy la mayor montaña rusa que conozco. Atravesando la sala de los espejos y la casa del terror. Paso por la zona de los helados y por el túnel de amor. Y me falta el aire. Soy una fábrica de tonterías y un almacén de explosiones. Y guardo un tesoro desde los pies hasta el cuello, hasta la punta de mis dedos, y de ahí hasta el alma. Y es lo único que no comparto. Soy confusión constante también. Un búho. Y soy quien se mete bajo la almohada. Duermo de lado y me abrasa el aire caliente. Si miro el techo no duermo, es demasiado interesante. Soy como un peso sobre los hombros, aunque hablo más. Soy un desvarío constante que no sabe lo que dice. Persigo las palabras, porque siempre me faltan cuando siempre me sobran. Y añoro siempre la cálida sensación de su tacto. Tengo un vertedero por cabeza, y me temo que hoy no he dado cuerda a mi torpe corazón. Elijo morir antes, elección cobarde. Elijo la eternidad como modo de vida. Chikorita, te elijo a ti. Me disculpo por mi falta de elegancia, no tenía ropa interior de seda. Me he fijado en que hay mujeres que mueven mucho el culo al caminar. Tengo frío en pleno verano. 1,16. He decidido que me gustan los congeladores industriales. Verá señor, quiero reservar este instante, en color beige, si no le importa. Voy a tener un millar de voces distintas que sólo respondan a una. Y gritaré en susurros que me aferro al rojo y alimento mi amor con besos. He vuelto a matar a uno de los míos. Tengo restos de caracol bajo el pie. Sólo pretendo ser una declaración constante. El dedo meñique del pie corre peligro. Por tu seguridad, ponte zapatos.

El muro.

Un muro fuerte. Pero no indestructible. Un muro con un holograma delante. Al que afectan las  catapultas y los destrozos de la guerra . Mucho más de lo que puede verse . Y tras el maldito holograma se derrumba y es reconstruido. Así es como la ciudad permanece a salvo.

jueves, 2 de julio de 2015

Ultimamente

Todo estalla a mi alrededor. Y los nudos se vuelven frecuentes. Supongo que tiene que ver con el cansancio. Mi debilidad latente. Me vuelvo terriblemente vulnerable. Todo escapa de mi control. Fracaso en mis intentos de crear sonrisas. Pero no termino de caer. Aunque a veces el dolor sea cegador y mi mente se nuble.

miércoles, 1 de julio de 2015

Todas y cada una de tus malditas palabras han perdido el sentido. 
Y tus engaños de plata bordada se han evaporado con el sol.
Escapé de la prisión en la que encerraste mis venas.
Corrí a lo largo de milenios para alcanzarte, para abrazarte.
Y tú, maldito traidor, estabas vendiendo la llave de mi corazón.
Decías continuamente que yo era la cruz de tu mapa, un tesoro.
Me mirabas a los ojos y susurrabas palabras como estrellas.
Siempre creí que eras mi mayor aliado, y que me salvarías de todo.
Fui una ingenua y una idiota, pensando siempre en tu perfume.
Recogí todos los pedazos en los que me convertiste, y me fui.
Quise abandonar todos los recuerdos de sonrisas de mentira.
Pero nuca he sido capaz de olvidarte, maldita sea.
Y sólo me queda una solución.
Si no puedo dejar de amarte, entonces dejaré de amar.
Voy a vagar sin rumbo, sin hogar, sin emociones y sin ti.

Mundo Roto

Sus pisadas resuenan por toda la estancia, por todo el mundo. Resulta aterrador. Viste completamente de negro, la capucha de su abrigo impide ver su rostro. Pero no es necesario verlo. Sabemos para qué ha venido, aunque no sepamos quien es. Le tememos a pesar de desconocer su poder. Nos escondemos y tratamos de ser invisibles mientras contenemos las lágrimas. Aún así no somos capaces de apartar la vista de él.Tenemos miedo, queremos que alguien nos salve, porque nosotros no podemos hacerlo. Somo débiles, a pesar de todos nuestros cuentos. Por favor, que alguien lo detenga. Nadie lo hará. Porque es justo que él esté aquí. Y sé que sus pasos se dirigen a la puerta gris del final del pasillo. La puerta que juré no volver a abrir. Va a abrirla en cualquier momento. Debería impedirlo. Pero quiero que alguien más lo haga por mi. Porque no tengo el valor necesario. No soy fuerte. 

-¡No abras la puerta! ¡Detente!

Sigo llorando y temblando. Pero lo he hecho. He abandonado mi estado de inútil invisibilidad. He cogido la mano de Miedo y he salido de mi escondite junto a él, mi querido amigo. Y mis gritos han hecho que se detenga y se gire en mi dirección. Se lleva las manos a la capucha y la baja lentamente, dejando al descubierto su afilada sonrisa. Debí haber supuesto que sería él. El horrible ser sin nombre que salió de la puerta incolora. Es tan hermoso y a la vez tan horripilante que me parte el corazón. 

-Te estaba esperando.

Su voz se desliza por el suelo y las paredes, estallando en el techo. Como un grito demoledor, pero suave. Clava sus ojos en mí. Me recorre un escalofrío y no sé qué hacer. Miedo aprieta más fuerte mi mano. Él avanza hacia mí, despacio, haciendo resonar sus pisadas. Quiero retroceder, pero no lo hago. conforme él avanza Miedo va separándose poco a poco de mí. Ahuyenta incluso a Miedo. Y cuando Miedo se marcha, todos se marchan con él. Dejándome sola. 

-¿Por qué me esperabas?

Mi estúpida curiosidad se manifiesta con fuerza aún cuando mi instinto y todas mis cicatrices me gritan que corra. Da igual. Ya he corrido suficiente. No me estoy quedando por valentía, no estoy siendo fuerte, es todo lo contrario. Estoy rindiéndome al enemigo, entrgándome. Y su preciosa sonrisa, a escasos centímetros de mí, esta desgarrando todo mi ser. Estira el brazo, y toma entre sus dedos un mechón de mi pelo, llevándoselo a los labios para besarlo. Me retuerzo por dentro. Estalla cada rincón de mi mente, y aquello que llamamos alma me abandona. Hace callar a mi conciencia, y resbalan mares por mis mejillas. Él se ha colado en mi mundo roto, como si nada, y ha pretendido abrir mis puertas. Quiero gritar, morir, llorar, matarlo y amarlo, todo al mismo tiempo. Coge mi mano, La que hace solo unos instantes sujetaba Miedo, y me muerde. Quiero atacarle, pero no soy capaz. 

-He venido a sembrar el caos en tu mundo roto.