Estoy orgullosa, porque estoy consiguiendo que este verano no sea como el anterior. Porque aunque no todo es maravilloso, al menos no me siento auislada del mundo, no me siento tan miserable y no he tenido que curarme tantas veces. Estoy aprendiendo a mantenerme ocupada de formas viejas y nuevas. Y puede que no todas sean buenas, pero parecen funcionar, al menos temporalmente, al menos parcialmente. Queda un mes para septiembre, poco más para que empiece el curso y la rutina me ayude a tener la cabeza llena de cosas y vacía de pensamientos.
Sé que estoy matando a una de todas aquellas personas que fui, pero por muchas películas que vea, sé que soñar es inútil y tal vez así consiga salvar otras partes de mi. Y al final, a nadie le importa realmente.
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