Hoy llueve con la intensidad que en otro tiempo tuvieron mis palabras.
Truena el cielo como si lanzara su último aliento.
Los techos crujen y las tejas gimen
y hace solo unas horas el sol abrasaba a todo aquel que abandonaba la sombra.
Vivo en un lugar donde estos cambios son más que posibles.
Verano e invierno suelen pelearse y apenas dejan tiempo a Primavera y Otoño.
Vivo en un lugar que se enfurece y se calma y sonríe y ríe y llora y grita con la fuerza de sus pulmones y abraza con la fuerza de sus brazos.
Camino por las calles de este amable gigante y no puedo evitar que al menos por un instante se me escapé una sonrisa de alegría.
Porque aquí es donde habito y aquí es donde estará mi casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario