sábado, 13 de agosto de 2016

Opinión.

En teoría tenemos libertad de expresión y opinión. El problema está en que nos la negamos unos a otros. Es decir, echadle un ojo a Twitter, donde todos se tiran piedras entre ellos y tratan de imponer su opinión e ideología sobre las demás. Para cada individuo su moral es la correcta, lo cual es lógico, pero olvidan respetar o tolerar la de los demás. Muchas personas dicen cosas como "mi caramelo es bueno y el tuyo no, por tanto el tuyo debería desaparecer", eso es imponerse y tratar de censurar a la otra persona, pero si la otra persona afirma lo mismo, esta primera persona afirmará que están tratando de censurarla y quitarle su libertad de expresión. Curioso.

¿Hasta qué punto llega la libertad de expresión? ¿Sigue siendo libertad de expresión si le pones un límite? ¿Y hasta que punto puede llegar la tolerancia?

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