martes, 17 de febrero de 2015

Magia

Lees un libro. Pero no es sólo eso. No son solo letras formando un argumento.
A veces surge la magia. Y te sonríe. Y te rompe. Y sientes. Y eres un personaje, y sientes lo que siente, piensas lo que piensas, vives lo que vive.
No pasa siempre. No es con todos lo libros. No son todos los autores. No a todas las personas. Hay momentos, libros, autores, personas. Y entonces ocurre.
Puede ser hermoso. Y puede ser horrible.
Sobre todo ocurre en los finales.
A veces te vacían. Te matan por dentro. Te secan.
Otras veces, menos dramáticas. Sonríes. Felicidad.
Por eso la buena prosa es importante.
Hace que te sumerjas. Se vuelven reales los sentimientos hacia los personajes.
Las buenas historias, cuando terminan, te hacen estar de acuerdo. Estás satisfecho, sea o no como esperabas o querías, no decepcionan.

Esto es lo que pasa cuando escribo justo después de terminar un libro. Me estoy emocionando.


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