sábado, 6 de octubre de 2018
jueves, 19 de julio de 2018
Faking happiness
Creo que ha perdido el sentido para mí. Estoy viviendo para los demás. Y aún así no logro estar a la altura de sus expectativas. Sería más fácil si realmente no tuviese miedo. Podría haberme ahorrado todo esto. Estoy cansada de recomponerme. Estoy cansada de la sabiduría barata. Estoy cansada. Todos los días. Da igual si duermo dos horas o duermo diez. Y he olvidado lo que era estar bien conmigo misma. He olvidado lo que era estar contenta o feliz. No sé cuánto tiempo llevo viviendo para no hacer daño a nadie y por miedo. No quiero nada de esto. Quiero estar sola para siempre y al mismo tiempo tengo mucho miedo de quedarme sola porque puedo destrozarme. Ya no hay nada que quiera ser.
miércoles, 20 de junio de 2018
Teen Idle
No hago más que sorprenderme a mí misma, como hoy, descubriendo hasta qué punto puedo ser inútil. Como ayer, al ser consciente de que llevo a rastras más de mil banderas blancas. O como ahora, con una jeringuilla en una mano y una cuchilla en la otra.
lunes, 4 de junio de 2018
Capas
Solía estar destrozada y confusa constantemente.
Pero sabía a dónde acudir, sabía qué palabras pronunciar.
Entonces dejé de estarlo y me confié.
Pensé que estaba bien.
Y la caí como nunca había caído.
Me traicioné y me perdí y no supe encontrar el camino.
Y ninguna de las puertas estaba abierta.
Llevo siglos sentada en medio de la nada.
Abriendo mil heridas cada vez que trato de abrir una puerta.
Gritando y golpeando todas las paredes.
Tratando de derribar lo que yo misma construí.
He perdido mi refugio.
Y he intentado decir la verdad.
Pero nada ha funcionado.
No sé si estoy maldita o si he cambiado tanto que no puedo ser yo misma.
Aunque nunca he sabido quién soy.
Antes al menos podía inverntarme.
Antes sabía volver a casa.
Pero sabía a dónde acudir, sabía qué palabras pronunciar.
Entonces dejé de estarlo y me confié.
Pensé que estaba bien.
Y la caí como nunca había caído.
Me traicioné y me perdí y no supe encontrar el camino.
Y ninguna de las puertas estaba abierta.
Llevo siglos sentada en medio de la nada.
Abriendo mil heridas cada vez que trato de abrir una puerta.
Gritando y golpeando todas las paredes.
Tratando de derribar lo que yo misma construí.
He perdido mi refugio.
Y he intentado decir la verdad.
Pero nada ha funcionado.
No sé si estoy maldita o si he cambiado tanto que no puedo ser yo misma.
Aunque nunca he sabido quién soy.
Antes al menos podía inverntarme.
Antes sabía volver a casa.
viernes, 18 de mayo de 2018
Atlas
La verdad es que no sé cómo funciona. Antes solo podría escribirlo. Han pasado seis años, lo he dicho y creo que he destrozado algo porque ya no puedo escribirlo. No puedo hacer nada más allá de una lista de la compra. Y a veces siento el impulso pero se queda en eso, el impulso, me estrello contra la nada. A veces creo que voy a desaparecer. Lo peor es que no me importa. No me importa nada. Y al mismo tiempo las emociones me golpean ahora con una fuerza que no habían tenido nunca. Ya no sé expresarme ni a través del dolor. Me estoy perdiendo. Estoy cansada de tener que censurarme siempre. Y estoy cansada de ser Atlas. Y he descubierto que no existe Hércules y que no hay verdades que puedan contarse enteras. Y de nuevo me encuentro con que mentir es un camino mucho más sencillo. Y quiero dejar de esforzarme para nada y no hago más que esforzarme por nada. Y me gustaría ser libre, pero creo que es un concepto inventado, un cuento de hadas. Así que puedo volver a resignarme. Es la forma de vida que conozco.
miércoles, 16 de mayo de 2018
Suscribirse a:
Entradas (Atom)