Puede que sea egoísta.
Porque después de todo este tiempo y toda esta vida y toda esta gente quiero dejar de preocuparme.
Quiero dejar de sentir que me ahogo y me hundo cada vez que alguien dice algo o deja de decirlo.
Quiero dejar de sentir que tengo que sujetar el mundo sobre mis hombros.
Me gustaría poder estar sola conmigo misma y no sentir que se me revuelve el cerebro.
Y hay cosas que han mejorado, y hay días que hasta me aguanto más de 10 horas sin caer en el pozo, son pequeños logros.
Pero quiero empezar a sentirme cómoda en el mundo. A sentir que soy la única persona que depende de mí. Que no tengo por qué recorrer todo el camino sola y cargando con la misma mochila de siempre.
Quiero que no me resulte extraño salir sin nada en los bolsillos.
Y si pudiera pediría incluso dejar de pensar constantemente en cómo me estará juzgando el mundo.
Y quiero volver a mi psicóloga y sentirme cómoda hablando y volver a oír que estoy en el buen camino.
Quiero librarme de los recuerdos, o más bien del dolor que me producen y borrar todas las cosas que duelen. Porque quiero que la vida sea siempre del color del atardecer.
No quiero volver a querer desaparecer.
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