He pasado de tener un sueño a no tener nada.
Recuerdo que antes esto me apasionaba, tenía significado, formaba parte de mi naturaleza. Todo el mundo asumía que yo leía y escribía y que eso era parte de mi. Yo lo asumía también, aunque nunca estaba conforme. Pero ahora es distinto. Creo que no podría ni escribir mi nombre aunque lo intentara. A veces pienso en ello y me duele. A veces me resigno, es solo otra parte de mi que he perdido. Tengo muchas cosas que decir, nunca he sabido hablar, antes sabía escribir, ahora me cuesta hasta pensar con claridad.
Esta mañana me he despertado y he tenido que concentrarme para ver la realidad. A veces no sé si las cosas son reales o si hay una parte pequeña de mi dando patadas en el interior de mi cabeza, saboteándose. Estoy lejos de mi misma. Estoy en un punto extraño, siempre en la niebla, pero nunca lo suficiente.
La cena de microondas está lista, lo dejaré aquí.
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