Sigo sin querer hablar mucho del tema. Pero creo que debo dejar nota y encargar mi lápida.
He muerto.
No hay otra forma de decirlo.
El nombre por el que este mundo me conocía se sostenía a base de dos vidas que ya han desaparecido.
Lo que me mantiene aquí ahora es un hueco negro en mi pecho. No estoy en mi mejor momento. Al revés.
Y es una mierda. Y estoy intentando salir de ahí, de todo. Pero.